Tras más de dos meses de ausencia por diversos problemas físicos, Kevin Anderson regresó con triunfo al circuito ATP apeando en tres sets al español Jaume Munar, número 61 del mundo, en la segunda ronda del Masters 1000 de Miami. Al sudafricano, sexto cabeza de serie del cuadro, se le notó bastante falto de ritmo en los primeros compases del partido y, además, tuvo que ser atendido por molestias en la cadera al principio del segundo set. Pese a ello, su pegada, personificada en su gran servicio, le permitió sacar adelante el encuentro ante un Munar como siempre combativo hasta el final. 

41 golpes ganadores para Kevin Anderson, entre ellos 17 saques directos, por 38 errores no forzados. Munar, por su parte, acabó con 17 winners y 14 errores

El mallorquín salió con un plan muy claro: incomodar lo más posible a Anderson, siempre y cuando el potente servicio del sudafricano se lo permitiera. Cuando la bola se ponía en juego, Munar se mostraba superior. No sólo le complicaba la vida a su rival con bolas cortadas obligando a un gigante de 2,03 como Anderson a agacharse en demasía, sino que cada vez que podía, se iba hacia delante buscando coger la iniciativa. Fruto de ello, el español logró el primer 'break' del encuentro en el cuarto juego. Sin embargo, Anderson mostró su condición de séptimo mejor jugador del mundo y remontó con dos roturas de saque consecutivas. El sudafricano logró encontrar las sensaciones en el momento adecuado para poner el 6-4 en el marcador del primer set. 

Pero no todo eran buenas noticias para el de Johannesburgo, que nada más iniciarse el segundo parcial pidió la asistencia del fisioterapeuta de la ATP por molestias en la cadera. Hay que recordar que este jugador se sometió a una operación en esta zona del cuerpo a principios de 2017, y quizá esa haya sido la razón de su prolongada ausencia en estos últimos torneos. Sea como fuere, Munar, sin perder la concentración, aprovechó el desconcierto de su rival para romperle el servicio y colocarse con 3-0 arriba. Esta ventaja fue más que suficiente para el de Santanyi, que apenas cedió dos puntos con su primer servicio (14 de 16, un 88% de efectividad) y cerró en blanco el set por 6-3

Llegaba la manga definitiva y ahí Anderson sacó su oficio. Olvidándose de sus molestias, el sudafricano salió dispuesto a acabar con esto por la vía rápida y así lo hizo. Rompió el servicio de Munar en el segundo juego y su mejor versión al servicio hizo el resto. Munar apenas tuvo oportunidades de poner en juego algún punto. El español salvó las dos primeras bolas de partido, pero la montaña a escalar era enorme y en la última, su derecha se quedó en la red, facilitando el triunfo final para un aliviado Anderson que, de esta manera, logra su acceso a la tercera ronda de Miami donde se medirá al portugués Joao Sousa, verdugo del estadounidense Steve Johnson