Un día después de firmar una histórica victoria frente al número tres del mundo, el alemán Alexander Zverev, a Jaume Munar le tocó sufrir la versión demoledora de uno de los tenistas más imprevisibles del circuito ATP, si no el que más, como es el francés Benoit Paire. El de Avignon alcanzó sus primeras semifinales de la presente temporada en el ATP 250 de Marrakech, sobre tierra batida, tras vencer de forma contundente al mallorquín por 6-1 y 6-3 en menos de una hora de juego. Es la quinta derrota de Munar este año en unos cuartos de final de un torneo ATP, su barrera en lo que llevamos de 2019.

85% de puntos ganados con primer servicio para Paire, 22 de 26. Munar sólo pudo ganar el 40% de puntos con segundo, ocho de 20

Y es que, bien por mérito de Paire o por el desgaste acumulado tras el duro día de ayer, lo cierto es que al de Santanyi le faltó lo que casi siempre le sobra: esa capacidad de sacrificio tan bien moldeada en la Rafa Nadal Academy. Lento de piernas y cometiendo más errores de la cuenta, Munar fue presa fácil de un Benoit Paire que hoy sí que tuvo ganas de jugar de tenis, cosa que hace muy bien, por cierto, cuando quiere de verdad. En apenas 20 minutos, el francés endosó al español un severo correctivo en la primera manga, un 6-1 que mostraba bien a las claras su enorme superioridad.

En el segundo set, más de lo mismo. A través de varios golpes ganadores con su ‘drive’, su punto más débil pero que hoy también fluía a las mil maravillas, Paire también dio primero en este segundo parcial, colocándose 3-1 arriba. A Munar sólo le quedaba confiar en que su rival, como tantas y tantas ha hecho a lo largo de su carrera, cortocircuitara y le dejara entrar en el partido. Pero hoy eso no sucedió. Lo más cerca que estuvo el mallorquín de ello fueron las únicas dos bolas de ‘break’ de las que disfrutó en todo el partido, ambas en el quinto juego del segundo set. En las dos, su 'passing shot' de revés se quedó en la red, evidenciando un día aciago en el que su movilidad, por el motivo que fuera, no era la habitual.

En sólo 58 minutos y aprovechando su primera bola de partido, Paire liquidó el encuentro para plantarse, así, en su primera semifinal del año y también la primera desde Sidney 2018. En ella, se medirá al vencedor del Tsonga-Sonego que pondrá punto y final a la jornada de cuartos de final de este viernes.