En un deporte como el tenis la inactividad se paga muy caro. Cuando vuelves tras estar demasiado tiempo alejado de las pistas, se hace muy difícil recuperar el ritmo competitivo, algo que está sufriendo en sus propias carnes Pablo Carreño. Tras más de dos meses de baja por lesión en su hombro izquierdo, el gijonés reapareció la semana pasada en el ATP 500 de Barcelona, torneo donde cayó a las primeras de cambio ante el francés Benoit Paire.

Tampoco esta semana en el ATP 250 de Estoril, evento que ya ganó en 2017 y en el que llevaba tres años consecutivos llegando mínimo a semifinales, ha podido reencontrarse con la victoria el tenista español, siendo derrotado en su debut por el francés Jeremy Chardy, 42 del ránking ATP, por un marcador de 5-7 6-1 y 6-2. Tras una buena puesta en escena llevándose la primera manga, Carreño notó claramente la falta de partidos y fue de menos a más. 


Chardy conectó 10 saques directos por sólo dos de Carreño, que cedió el 62% de puntos con segundo servicio


Aceptando una 'wildcard' en busca de puntos y sensaciones, el actual número 38 del mundo comenzó muy enchufado el partido, rompiendo en el primer juego el saque de Chardy, ventaja que mantuvo hasta el 5-4 de la primera manga. Fue ahí cuando saltaron las primeras alarmas para el español, que no logró cerrar el set a la primera con su servicio. Sí lo haría en su segunda oportunidad, puesto que devolvió el 'break' al francés en el undécimo juego para poner el 7-5 en el marcador. 

El desgaste pasa factura a Carreño

Pero a partir de ahí, todo fueron noticias negativas para Carreño que, al igual que le sucedió la semana pasada frente a Paire en Barcelona, no logró aguantar el ritmo impuesto por su rival, cayendo con claridad en las dos siguientes mangas. En la segunda, Chardy se puso 5-0 de salida con dos 'breaks' consecutivos, estableciendo un contundente 6-1 con el que llevaba el partido al tercero y definitivo. La resistencia del español duró algo más en este set, llegando a dominar por 2-1 antes del primer descanso del mismo.

Sin embargo, tanto a nivel físico como mental, a Carreño le queda mucho trabajo por delante. En el arreón final, Chardy dio carpetazo al choque con un parcial de cinco juegos consecutivos (6-2) tras dos horas y cinco minutos de juego. 

No va a ser fácil para el tenista asturiano recuperar la regularidad perdida a causa de esta inoportuna lesión, pero lo más importante en estos momentos es que esas molestias no vuelvan a aparecer. Una vez conseguido eso, la siguiente tarea será obtener sus primeros triunfos, lo que le acabará dando la confianza necesaria para volver a ascender en el ránking. Pero eso ya tendrá que ser en el Mutua Madrid Open, próximo torneo en el que figura Carreño y que dará comienzo el próximo lunes.

Chardy, por su parte, tendrá como próximo rival a otro español, el malagueño Alejandro Davidovich Foquina, que hoy ha protagonizado la noticia más positiva para el tenis nacional al conseguir su primera victoria en un torneo ATP. El campeón júnior de Wimbledon en 2017 derrotó al estadounidense Taylor Fritz por 7-6(3) y 6-4 y ya suma tres triunfos consecutivos en el torneo portugués, dado que procede de la fase previa.