Finalmente, el sueño de Alejandro Davidovich en el ATP 250 de Estoril, su segundo torneo ATP como profesional, terminó en las semifinales. Su verdugo fue el uruguayo Pablo Cuevas, actual número 67 del mundo y que entró en el cuadro principal del torneo portugués como 'lucky loser'. La mayor experiencia del sudamericano decantó la balanza a su favor por 3-6 6-2 y 6-2 en una hora y 53 minutos de juego. Davidovich fue de más a menos e incluso disputó los últimos juegos del partido totalmente acalambrado. 

Cuevas rompió en siete ocasiones el servicio de Davidovich, que no ganó ningún turno de saque en el último set

Pero hasta ese momento, el español se comportó de manera extraordinaria sobre la arcilla portuguesa. En la pista no se vislumbraba la diferencia, tanto de años, 14, como de ránking, exactamente 100 puestos, entre los dos. Davidovich no cambió en absoluto su plan de juego, combinando potentes tiros tanto de revés como de derecha, con otros más técnicos como la dejada y el globo, dos recursos en los que deja patente su enorme versatilidad. El español rompió dos veces el servicio del uruguayo para hacerse con el primer set por 6-3, demostrando también su fortaleza mental al salvar hasta cuatro 'break points' en esta primera manga. 

Lógicamente y con el paso de los minutos, el enorme desgaste realizado por el español durante este torneo, no hay que olvidar que procede de la fase previa, terminaron por agotarle tanto física como mentalmente. A partir del 3-2 del segundo set, Davidovich no volvería a ganar un sólo turno de saque. A Cuevas, mucho más experto en este tipo de situaciones, le bastó con estar ahí para terminar por darle la vuelta al choque, endosando un doble 6-2 al malagueño, que terminó exhausto y con claros síntomas de acalambramiento en su muslo izquierdo.

Desde luego, no ha sido la mejor manera de cerrar una semana inolvidable, pero Alejandro Davidovich puede salir de Estoril con la cabeza muy alta y preparado ya para su siguiente reto, si los problemas físicos no van a más, claro está. El español cogerá un vuelo rápido hacia Madrid para disputar su primer cuadro final en un Masters 1000, debido a una invitación de última hora concedida por la organización tras la renuncia por lesión del checo Tomas Berdych. En primera ronda, Davidovich se medirá al francés Richard Gasquet y de ganar, sería el primer rival del suizo Roger Federer en su regreso a la tierra batida madrileña tras cuatro años de ausencia. No estaría nada mal ver al campeón Júnior de Wimbledon 2017 frente a frente con el mejor tenista de la historia. 

Pero eso ya será la semana que viene. En esta todavía nos queda dilucidar quién será el campeón en Estoril. Tras una lesión que le mantuvo de baja la mitad de la pasada temporada, Pablo Cuevas ha resurgido de forma brillante en su superficie favorita. No en vano, el uruguayo tendrá la oportunidad de sumar su sexto entorchado en el circuito, todos ellos sobre arcilla. Mañana se medirá en busca del título al griego Stefanos Tsitsipas, principal favorito del cuadro y verdugo del belga David Goffin en la primera semifinal.