Pasan los días, pasan los torneos, pero no se produce la reacción de toda una bicampeona de Grand Slam como es Garbiñe Muguruza. La tenista caraqueña, actual número 19 del mundo, logró debutar con triunfo en el Premier 5 de Roma, siguiente parada del circuito WTA, pero las sensaciones continúan siendo de todo menos buenas.

En 1h y 38 minutos, Muguruza inclinó a la china Saisai Zheng por un marcador engañoso de 6-3 y 6-4. Y decimos engañoso porque en el segundo turno de la pista Pietrangeli, la española estuvo claramente contra las cuerdas en ambos sets. Sólo la candidez y falta de convencimiento por parte de Zheng impidió un nuevo disgusto por parte de la pupila de Sam Sumyk.

Sólo Muguruza fue capaz de pasar del 50% de puntos ganados tanto con primer como con segundo saque, un 56% (25 de 45). Con el segundo, se quedó en un 46%

En un momento como el que actualmente está atravesando Muguruza, lleno de dudas y desconfianza, el único consuelo parece ser el de medirse a una jugadora a la que ha ganado hasta en dos ocasiones este año y siempre por la vía rápida. Una voluntariosa Saisai Zheng pero que no dispone de ningún golpe definitivo con el que pueda progresar en el ránking.

Aún así, la jugadora oriental dispuso de infinidad de opciones para lograr su primera victoria ante Muguruza. En el primer set comenzó 3-1 por delante en el marcador e incluso dispuso de otras dos bolas de rotura para colocarse con 4-1 y 'doble break'. Con la sensación de que todo le cuesta un mundo, Muguruza fue poco a poco ganando terreno hasta darle la vuelta al marcador. En 40 minutos, la de Caracas puso el 6-3 con el que cerraba una primera manga con dos caras. 

Pero ese primer parcial iba a ser la panacea comparado con lo visto durante todo el siguiente set. Un set caracterizado por un descontrol absoluto lleno de 'breaks' y en que solamente hubo un turno de saque ganado, el de Muguruza al servir para cerrar el partido por 6-4 en el décimo juego. La cara de la española al conseguir finalmente la victoria, negando ostensiblemente con la cabeza, reflejaba su evidente descontento.

Ha debutado con triunfo, sí. Ya suma puntos porque el año pasado cayó aquí a las primeras de cambio, también. Pero tampoco se puede tapar el sol con un dedo. La crisis actual en el juego de Muguruza no se soluciona con victorias como ésta, con más luces que sombras, sino con recuperar la alegría en el mismo, y eso está ahora mismo, lejos de suceder. En segunda ronda tendrá una nueva oportunidad de redención en el Foro Itálico, donde ya espera a la ganadora del choque entre la estadounidense Danielle Collins y la danesa Caroline Wozniacki

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