Rafa Nadal sigue en estado de gloria sobre la hierba de Wimbledon. La lentitud de las condiciones de la pista le viene perfecto para desarrollar un tenis casi de tierra batida. Y eso lo volvió a demostrar un partido más. De nuevo, hizo un partido sobresaliente y no dio opción a un Sousa que poco pudo hacer ante un acertado Nadal.

Con el rodillo desde el principio

Nadal saltó a la pista Central de Wimbledon con una idea clara, no dar ni un pensamiento de esperanza a su rival. Y así ocurrió. Rompió dos veces consecutivas el saque de su rival, y dominó con su servicio. En un abrir y cerrar de ojos se plató con un 4-0 y mucho de cara. A partir de ahí, Sousa despertó, pero ya era demasiado tarde. Nadal sin sufrir con su servicio puso en 28 minutos el primer 6-2 del partido.

En la segunda manga una rotura de Nadal marcaba de nuevo el inicio del set. A partir de ahí todo de cara para el balear. Tuvo otras oportunidades romper el servicio de Sousa con 3-1. Pero el portugués sacó garra y levantó la situación. A pesar de eso, estaba muy lejos de un Nadal que se movía muy bien por la pista. Un nuevo break para poner el 5-2, dejo el desenlace final del set en la raqueta de Nadal. En juego al saque acabó en blanco. Ya había hecho dos tercios del trabajo.

Con la tranquilidad del marcador y las buenas sensaciones, en el tercer set Nadal se dejó llevar, y se igualó el partido en cierta medida. Había más igualdad en los juegos, incluso en los breaks que consiguió Nadal en el tercer juego y para poner el 5-2. El balear tenía mucha ventaja en el marcador y con su saque cerró el partido.

Sigue el buen juego de Nadal en Wimbledon. Por un puesto en las semifinales se enfrentará al ganador del partido entre los estadounidenses Sam Querrey y Tennys Sandgren.