Menuda paliza que Albert Ramos Viñolas le propinó a Roberto Carballés Baena. El nacido en Barcelona hizo todo lo que tenía que hacer y barrió a su compatriota por 6-2 y 6-1 en una hora y 17 minutos de partido. El actual número 85 del escalafón completó un encuentro formidable y, con esa sólida victoria, accedió a las semifinales del ATP 250 de Gstaad, poniéndose la chapa de candidato al título.

Como indicó el resultado, todo fue favorable a Ramos Viñolas, pero los primeros instantes fueron muy parejos y, por momentos, Carballés Baena tuvo sus oportunidades, dado que dejó pasar un triple break point en el tercer juego. Tras haberlos salvados, el catalán fue una fiera y desarticuló todos los planes de su adversario.

Logró la rotura en el sexto compás para colocarse 4-2 y volvió a concretar otro break en el último juego para hacer suyo el primer set. Pese a pasar apuros, Ramos Viñolas demostró su nivel tenístico, se repuso a la adversidad y se adjudicó el capítulo inicial con el fin de estar mucho más cerca de quedarse con la victoria.

Las cosas en la segunda manga fueron dispares y el catalán fue quien tomó la iniciativa para concretar un quiebre en el segundo juego. Esa rotura le permitió jugar mucho más cómodo y poner en jaque a su contrincante, que tenía la presión de revertir la situación. El oriundo de Tenerife comenzó a tomar riesgos innecesarios, que lo hicieron perder el hilo del encuentro.

Jugando con la necesidad de su rival, Ramos Viñolas se mantuvo a la expectativa y logró concretar el segundo quiebre del parcial para ponerse 5-1 y el servicio a su favor para cerrar el partido de la mejor manera. Trató de no pasar apuros y, en el segundo match point, el catalán le bajó el telón al partido y puso su pie en las semifinales del ATP 250 de Gstaad.