Trepidante final se ha vivido en Melbourne. El partido, que podía ser entendido como el campeón contra el aspirante, no ha decepcionado y ha regalado a los aficionados 4 horas de buen tenis. Djokovic puso la experiencia. Thiem la valentía. Los dos dieron su mejor versión y la final se decidió en el quinto y definitivo set.

Thiem pagó los nervios de su primer final en el Open de Australia en los primeros juegos del partido. Djokovic le rompió su primer juego al saque y el austriaco tuvo que ir a remolque buena parte del set. Poco a poco entró en ritmo e igualó el set a 4 iguales. Djokovic se mantenía fuerte y le volvió a romper el saque a Thiem para cerrar el primer set 6-4.

Thiem perdió el miedo en el segundo set

A pesar de eso Thiem no se cortó. El austriaco en todo momento jugó un tenis agresivo. Djokovic era una pared y devolvía prácticamente todo. Pero Thiem comenzaba a desatarse. En el juego de 4-4 ocurrió el hecho que desconcertó a Djokovic. Recibió dos “warnings” por demorar su saque. El serbio, enfadado, se fue del partido. Esto hizo al austriaco cerrar otro igualado set (6-4), que igualaba el partido.

La desconexión le costó a Djokovic dos roturas de entrada en el tercer set. Thiem se vio con 4-0 jugando muy suelto y siendo superior al, en ese momento, 7 veces vencedor del Open de Australia. Sin más problemas Thiem se ponía delante en el marcador ganado el tercer set por 6-2.

Djokovic tiene muchas vidas

A un múltiple ganador de Grand Slam no se le gana fácilmente en una final de Grand Slam. Thiem ya lo sabía de sus dos finales en Roland Garros ante Nadal. Pero esta vez, en Australia, estaba en una situación novedosa para él. Iba por delante. Djokovic, que siempre vende muy caro el poder ganarle, no hizo una excepción. Se concentró en el servicio y se hizo fuerte al resto. El cuarto set igualó las cosas y se decidió por un break que puso el 5-3 para el serbio.

El quinto set fue parecido, y de nuevo por un break, Djokovic pudo ganar el partido y poner su nombre por octava vez en el trofeo. Thiem no dejó de luchar en ningún momento. La final deja patente que el austriaco está preparado para ser ganador de Grand Slam, tanto por tenis como por actitud. Pero si los miembros del “Big 3” siguen tan fuertes, jugadores como Thiem y compañía tendrán que hacer algo más para pasar al olimpo del tenis.

Tras su victoria, Djokovic a parte de su octavo Open de Australia y su decimoséptimo Grand Slam, el serbio aparecerá mañana lunes como nuevo número 1 del ranking. La diferencia con Nadal en el ranking será de poco más de 700 puntos.