Uno de los hombres clave en los inicios de la carrera de Roger, como es Peter Lundgren,  ha repasado cómo fueron sus inicios con el suizo, al que empezó a forjar desde cero. En esas declaraciones, asegura que “no es fácil trabajar con un jugador de tenis, era talentoso pero también algo vago. No estaba listo físicamente y tenía problemas para concentrarse, pero, pese a ello, siempre quiso ser el mejor. Al principio me  costó trabajar con él, pero es un gran tipo y ha seguido creciendo hasta convertirse en un embajador del mundo del tenis.”

Peter también ha explicado cómo logró que Roger compatibilizara sus aptitudes para desplegar su mejor tenis. Dice en este sentido que “es difícil explicar cómo se forma a un tenista. Hubo que pulir la técnica y trabajar además la parte física y mental. Estos componentes se deben unir para llegar a lo más alto. Roger ganó su primer Grand Slam con 22 años, no todos son como Nadal”(haciendo referencia a los 19 años en los que lo consiguió el manacorí).

Para Lundgren, uno de los mejores momentos del suizo fue el torneo de Wimbledon en el 2003, triunfo que el suizo no podría celebrar con uno de sus técnicos, Peter Carter, al fallecer en un accidente de tráfico un año antes. “La victoria de Roger Federer en Wimbledon 2003 fue muy especial para ambos. Quise ganarlo cuando era tenista, pero no pude pasar de los octavos de final. Para Roger, esta victoria era lo que muchos esperaban de él. De empezar desde cero a ganar Wimbledon. Ojalá Peter hubiera estado para haberlo vivido.”

Lundgren también ha repasado brevemente su etapa como entrenador de Marat Safin, a quién consiguió resurgir tras una etapa algo complicada y al que llevó a la conquista del Open de Australia 2005.En 2004, cuando nos conocimos, se mostraba muy negativo con su juego y tampoco estaba bien ni física ni mentalmente. En el Masters 1000 de Roma le pregunté por qué no había entrenado lo suficiente, a lo que me respondió que estaba enfermo y no quería jugar al tenis. Yo le respondí que estaba luchando consigo mismo, en vez de luchar para mejorar. En ese instante reaccionó.  Ganamos los Masters 1000 de París y Madrid, el torneo de Pekín y terminó el año como número 4 del mundo. Ganó en 2005 el Open de Australia tras vencer  a Federer  en las semifinales.”