Madison Keys frenó a la campeona de Wimbledon, la kazaja Elena Rybakina, en el WTA 1000 de Cincinnati y logró avanzar a las semifinales con una victoria clara por 6-2 y 6-4 tras una hora y media de juego. Por el paso a la final, le toca enfrentarse a la checa Petra Kvitova, quien batió 6-2 y 6-3 a la australiana Ajla Tomljanovic.

La estadounidense mostró su potencial desde principios de esta semana y  la victoria sobre la polaca Iga Swiatek, número uno del mundo, además de representar una grata sorpresa, sirvió para inyectarle de confianza

En el partido de cuartos de final,  se mostró contundente y más precisa desde el principio. Sacó primero una ventaja de dos a cero, luego de cuatro a cero y finalmente se puso adelante, llevándose la victoria por marcador de  6-2 en el primer set.

Las dos tenistas optaron por golpear con mucha fuerza en los peloteos. En el primer set, Keys fue más consistente desde el fondo de la cancha, a lo que le agregó mejores tiros con sus servicios, imponiéndonse en ese rubro a Rybakina, quien demoró demasiado en despertarse y cuando intentó reaccionar, ya estaba en una situación desventajosa demasiado amplia. 

El servicio, la clave

En el segundo set, Rybakina empeoró con sus turnos de servicio, aún así trató de mantenerse en la carrera, conectando algunos tiros bien medidos.

Desafortunadamente para ella, la ventaja inicial de 2-0 la cargaron de dudas y aceleraron sus errores, que propiciaron el desenlance. 

Keys  siguió aplicando más presión y finalmente obtuvo la ventaja de 5-2, aunque  Rybakina pudo levantar y descontar un quiebre, la primera pudo cerrarlo y avanzó con victoria 6-4, asegurando su pase a la final en la segunda pelota definitoria.

Conectar el primer servicio solo el 38% no es algo que se pueda superar tan fácilmente en canchas rápidas, especialmente  siendo generalmente muy vulnerable con el segundo servicio, como sucedió y definitivamente condenó a Rybakina.