De un lado el talento y la magia de Radek Stepanek, y de otro la sólidez de Tomas Berdych. Ellos pusieron los ingredientes para cocinar un partido sublime, en el que han aniquilado a Bozoljac y Zimonjic con mucha más facilidad de la esperada. Esta victoria deja herida de muerte a Serbia, que se verá obligada a remontar en la jornada de mañana este marcador de 2-1 con las ausencias de Tipsarevic y Viktor Troicki. Las especulaciones en la previa sobre la posible participación en el dobles de Novak Djokovic jugó de forma equivocada sobre los serbios, que nunca creyeron en la victoria.

Desde el primer juego, en el que cedió su servicio, hasta bien entrado el final del partido Nenad Zimonjic no fue él. Jugó un mal partido, en líneas generales. Lejos de ser el tenista que llevase la voz de la pareja fue siempre a remolque. A sus 37 años era la gran baza de los serbios para el día de hoy, sin embargo, el partido lo sobrepasó completamente. Poco constante con el servicio y demasiado errático desde el resto, siempre estuvo a merced de los checos, que fueron un rodillo desde el principio al final. Ilja Bozoljac sobrevivió al partido, sirvió bien y mantuvo a los suyos en la disputa hasta donde pudo.

Stepanek fue un auténtico espectáculo. Ofreció un recital de juego y demostró la manera en la que se debe abordar un partido de dobles. Sirvió bien, siempre profundo y nunca cometió un error. Desde la red gobernó el encuentro a su antojo, demostrando en cada bola porque era el mejor jugador de los cuatro. A su lado Tomas Berdych jugó todo lo que sabe jugar, es decir, que hizo las cosas tan bien como efectivas. No concedió una bola de ruptura en todo el partido y con su derecha invertida siempre mandó en el fondo de la pista.

Berdych y Stepanek siempre llevaron el mando del partido, hasta conseguir su victoria número catorce en quince encuentros disputados en esta competición. Ahora mismo cuesta ver una pareja de dobles más sólida que esta. Son grandes tenistas en el fondo de la pista y especialmente solventes desde el servicio. A eso se añade la tremenda calidad de Stepanek en la volea y la eficacia de y potencia de los golpes de Berych. Con todas estas armas y el flojo nivel ofrecido por Zimonjic era fácil adivinar cual iba a ser el guión y el resultado del encuentro.

Después de dos sets de incontestable dominio checo, el tercer parcial mostró la mejor cara de Bozoljac y, especialmente, de Zimonjic. El veterano jugador serbio empezó a tirar de la pareja, sin embargo, iba a ser demasiado tarde. Tuvieron su oportunidad en el noveno juego del set donde, con cuatro iguales, gozaron de una bola de break que los habría acercado al set. Con ese juego levantado el parcial se fue al tie break definitivo donde, una vez más, tanto Berdych como Stepanek, se volvieron a mostrar mucho más fiables, hasta conseguir la victoria final.

Este resultado coloca el 2-1 en favor de la República Checa, que acaricia con la yema de sus dedos su segunda Copa Davis consecutiva. La jornada de mañana la abrirán los dos números uno, Tomas Berdych y Novak Djokovic. Si el guión esperado se cumple y el serbio logra la victoria y, por tanto, el empate en la eliminatoria, todo hace pensar que serán Lajovic y Stepanek los que decidan el campeón de esta nueva edición de la Copa Davis. Y con un duelo de estas características, el gran favorito siempre será el tenista visitante.

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