Dos partidos a cinco sets en el primer Grand Slam de la temporada es una prueba muy exigente para cualquier tenista. Sin embargo, Roberto Bautista, la gran revelación de este inicio de temporada y uno de los tenistas más en forma del circuito, volvió a demostrar en Melbourne que está dibujando una trayectoria ascendente en su tenis y que atraviesa un momento 'dulce', pues sólo necesitó tres sets para derrotar a Marin Cilic y alcanzar la cuarta ronda del torneo australiano.

Línea creciente

El jugador castellonense comenzó el partido con algunos nervios en sus primeros golpes, situación que no le impidió mostrarse muy firme con el servicio e ir contrarrestando los potentes saques del gigante croata, uno de los especialistas del circuito en este aspecto del juego. Ambos tenistas utilizaron sus saques y sus profundas derechas para ir sumando puntos, destacando especialmente las pocas subidas a la red del tenista balcánico.

Bautista comenzó nervioso pero terminó el set muy agresivo al resto

Así, con 2-2 en el marcador, Bautista-Agut pareció liberarse de la pequeña tensión inicial y comenzó a poner en dificultades desde el resto a su rival, traduciéndose en sus dos primeras oportunidades de 'break'. Pero Marin Cilic se aferró a su principal arma para voltear la situación y volver a adelantarse en el marcador. El jugador español mostró no sólo buenos golpes, sino una gran capacidad de lucha, lo que le permitió igualar el partido y aumentar su confianza sobre la pista.

Y si antes llegó el aviso, ahora Roberto Bautista no dejó escapar la oportunidad. Muy agresivo desde el resto y con golpes profundos y ajustados, el castellonense realizó un juego casi perfecto para apuntarse el primer 'break' del partido y conseguir una pequeña ventaja en la primera manga. Con su servicio y su derecha como principales aliados, el español consolidó la rotura y, pese a perder el siguiente juego, terminó cerrando el primer set por 6-4 tras un último juego donde mostró una gran variedad de golpes.

Demostración de carácter

En el segundo parcial se repitió la tónica de inicio de partido, con ambos jugadores mostrándose sólidos con su servicio y manteniendo la igualdad en todo momento. Sin embargo, algo había cambiado. Cilic aumentó la agresividad en sus golpes en un intento de revertir la trayectoria del partido, y comenzó a poner en apuros a Bautista, que tuvo muchos problemas para anotarse su primer juego con el servicio.

El castellonense se sobrepuso a un 5-2 adverso

Con 2-2 en el electrónico, de nuevo el castellonense tuvo una opción de conseguir el 'break', pero se encontró con los saques de un Cilic que se aferraba a ellos para seguir con vida en el partido. El croata salvó el juego y esa dosis de moral se tradujo en más agresividad del resto, lo que se convirtió en la primera rotura de servicio a su favor y la posterior consolidación, estableciendo un 5-2 que parecía definitivo.

Pero con Roberto Bautista en la pista, nada puede darse por seguro, y el jugador español demostró en los siguientes juegos que posee tenis y, sobre todo, carácter, para estar entre las mejores raquetas del mundo. El castellonense conectó grandes servicios y una excelente cantidad de golpes profundos no sólo para mantenerse en el set, sino para devolver el 'break' a su rival y empatar el parcial (5-5).
Marin Cilic no se dio por vencido y se aseguró el 'tie-break', juego al que llegaron después de que Bautista-Agut se mostrara muy sólido con el servicio. En el juego definitivo, la mayor firmeza y acierto en sus golpes del tenista español le permitió imponerse por 7-5 y quedarse a una sola manga de certificar su pase a la cuarta ronda del Open de Australia.

Solidez e inteligencia

Bautista y Cilic iniciaron la tercera manga ofreciendo la misma sensación de igualdad que reinó durante la mayor parte del encuentro. Los dos jugadores fueron apuntándose sus juegos con el servicio y todo parecía encaminarse hacia un nuevo 'tie-break'. Con 5-5 iguales y ambos tenistas haciendo gala de sus grandes saques, el castellonense se impuso en el undécimo juego y puso toda la presión en la raqueta del croata.

Y precisamente el jugador balcánico no es uno de los más firmes jugadores en momentos de máxima exigencia, situación que aprovechó Rober para añadir presión desde el resto y conseguir dos bolas de 'break'. El balcánico salvó ambas con un buen servicio y con el punto finalizado en la red respectivamente, pero de nuevo se encontró con otra bola que salvar. De nuevo el servicio salvó a Marin Cilic, pero en esta ocasión, a la cuarta fue la vencida y, tras una bola fuera del croata, Roberto Bautista-Agut se apuntó el tercer set por 7-5 y consiguió el billete para la cuarta ronda del Open de Australia, donde se enfrentará al checo Tomas Berdych.

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