Son una pareja letal, se complementan a la perfección y su relación de amistad hace que su tenis fluya libre y sin ataduras. Marc llega lanzado tras cosechar el oro olímpico junto a Nadal y quiere cerrar un año glorioso con la consecución de otro Grand Slam que sumar al de Roland Garros. Tras no comparecer juntos en Wimbledon por el objetivo de Feliciano de centrarse en el individual y el hecho de que los partidos en Londres de dobles fueran a cinco sets, el catalán y el toledano acuden a Nueva York con energías y ambición renovadas.

Los españoles solo cometieron nueve errores no forzados

Su rendimiento frente a una pareja que si bien es cierto no tenía muchas aspiraciones, estaba formada por jugadores con experiencias como Bellucci y Demoliner, fue muy notable. Los brasileños se vieron desbordados desde el inicio; Feli y Marc mostraron unas prestaciones realmente sublimes, estando muy sólidos al saque y poniendo en marcha la maquinaria de juego complementario de la que ya hicieron gala en París.

Tuvieron que hacer frente a situaciones complejas en el segundo set, como fueron cinco bolas de break en favor de los brasileños. Solo entregaron una y no tuvieron dificultades en tomar ventaja y cerrar el partido en dos mangas. Mucho más complicado se espera que lo tengan en su duelo de cuartos de final, donde esperan Mike y Bob Bryan. Feliciano y Marc les ganaron en las semifinales de Roland Garros por lo que pueden tener la llave para repetir hazaña una vez más y postularse al título. Nueva York está disfrutando con el espectáculo que otorgan estos dos jugadores contrapuestos en el estilo sobre la pista y fuera de ella.