Cuando peor está, todos los factores se ponen en su contra. El aura de campeón de Djokovic, esos intangibles que acuden en su rescate cuando vienen mal dadas, parece afectar incluso al estado de los rivales a los que se enfrenta. Quizá sea solo la fortuna, ese concepto abstracto que tanto cuesta definitiva. El caso es que en el torneo de Grand Slam al que llegaba con más dudas, tras sus decepciones en Wimbledon y los Juegos Olímpicos, Djokovic se ha plantado en semifinales casi por inercia.

Las retiradas de Vesely, Youzhny y Tsonga han hecho que el serbio encontrara la calma necesaria para ir recuperando la confianza y dejando atrás las molestias en su brazo izquierdo, de las que se mostró dolorido en su primer envite del evento, ante Jerzy Janowicz. Ya en semifinales, el chacal balcánico se relame con alcanzar una nueva presa en forma de major, tan ansiada como inesperada hace tan solo una semana.

Tsonga, retirado por lesión en su pierna izquierda

Se vio al francés timorato desde el inicio, despojado de esa alegría y frescura que desprende su tenis habitualmente. Lento de piernas, el galo no era capaz de coger la iniciativa con su derecha, y se veía desplazado de un lado a otro por un Djokovic muy concentrado y que no requería tomar riesgos para desbordarle.

Jo-Wilfried Tsonga siendo atendido de su lesión. Foto: zimbio
Jo-Wilfried Tsonga siendo atendido de su lesión. Foto: zimbio

Tsonga solo fue competitivo en el primer set

El de Le Mans solo pudo plantear algo de batalla en la primera manga, donde consiguió arrebatar el saque a Djokovic, aunque eso no sirviera para nada finalmente. Y es que el serbio se mostró muy sólido de fondo de pista y restó con tremendo acierto, neutralizando las alocadas subidas a la red de Jo-Wilfried. La segunda manga fue de un dominio absoluto de Novak, que veía cómo en el primer punto de la tercera, su rival se retiraba por severos dolores en su extremidad inferior izquierda.

Camino de rosas para Novak Djokovic en este US Open, en el que Gael Monfils podría ser su espina. El francés llega en un gran momento de forma y repleto de confianza, aunque Djokovic ha vuelto a recuperar la vitola de máximo candidato al título.