La fiel representación de la felicidad está encarnada en la figura de Angelique Kerber. La alemana afronta unos frenéticos días de compromisos publicitarios gracias a su flamante puesto de número uno del mundo gracias a su título en Flushing Meadows. La temporada de la germana es excepcional y no faltan los halagos a su juego y mentalidad, algo que Kerber agradece profundamente.

"Ser número uno es algo que siempre soñé con conseguir cuando era una niña y muestra lo consistente que he jugado durante el año. Para ser número 1 hay que jugar realmente bien, no un día o una semana, sino varios meses. Y esto es increíble también para mí, por supuesto", señaló la de Bremen en una entrevista para el portal WTAtennis.com. Sabe de su gran momento y lo intentará aprovechar para seguir creciendo, lo que demuestra una gran ambición. "Estoy jugando el mejor tenis de mi carrera. Pero intentaré ser mejor y mejor. Intentaré motivarme para ser mejor en mis partidos y en los entrenamientos. Trataré de seguir jugando mi mejor tenis en los próximos meses", confesó una jugadora que parece querer cerrar el año en la cúspide del tenis femenino.

Y es que aún tiene margen de mejora como ella misma señala, lo cual hace pensar que Kerber es una gran campeona con posibilidades de legitimar su dominio en el circuito. "Mi motivación es realmente alta. Especialmente ahora después de ganar en Nueva York. Voy a mejorar mi juego. Sé que puedo mejorar mi saque y algunas cosas más. Es lo que haré durante estas próximas semanas y en la pretemporada de cara al año que viene. Puedo ser quizá un poquito más agresiva y moverme mejor. Sé cómo lidiar con la presión, con todos los elementos fuera de una pista de tenis". El tenis es un deporte de pequeños detalles y Kerber recuerda su partido de primera ronda en Australia que acabó ganando a Misaki Doi pero en el que estuvo a punto de caer; eso podría haber alterado toda la temporada. "Ese partido en primera ronda en Australia fue donde más presión he sentido ya que el año anterior había caído en primera ronda. Me presioné mucho ya que no quería perder de nuevo en primera ronda", confesaba la que posteriormente levantara el título en Melbourne.