Parece que la magia que envolvía la raqueta del número dos del mundo se ha evaporado. El escocés Andy Murray no ha sido rival para la torre de Tandil, que ha roto en ­­cinco mangas al campeón de Wimbledon 2016. El fantasma de los Juegos de Rio de Janeiro no ha supuesto ningún tormento para el argentino, que en aquella ocasión tuvo que conformarse con la plata olímpica. De este modo, Del Potro ha conseguido contrarrestar la adversa estadística de enfrentamientos con el muro de Dunblane y recortar distancias, aún con una diferencia de 3-6 a favor de Murray.

Esta victoria supone el primer punto del equipo argentino en las semifinales de la Copa Davis y el tercer enfrentamiento que se embolsa Del Potro frente al británico. Las únicas ocasiones en las que Del Potro ha conseguido vencer al de Glasgow han sido en los Masters 1000 de Madrid e Indian Wells en 2009 y 2013 respectivamente. Ambas ocasiones fueron en los cuartos de final de estas competiciones.

El capitán argentino de la Copa Davis, Daniel Orsanic, ha decidido apostar por el número 64 del mundo para batirse contra el número dos. A pesar de caer en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos (al igual que Murray) frente a Stan Wawrinka, el ex top ten ha vuelto a demostrar maneras, dejando un buen sabor de boca y aproximándose a su mejor nivel en un choque épico sobre el Emirates Arena.

Paciencia frente a ofensividad

El Emirates Arena ha vivido un enorme despliegue estratégico, donde la paciencia ha sido el principal protagonista del encuentro entre Andy Murray y Juan Martín del Potro. La fortaleza y afianza defensiva del británico no fue suficiente para la inteligencia y la entereza de la torre de Tandil, que mostró una de sus mejores facetas dentro de las pistas.

Esta derrota es la tercera de Murray en 31 partidos de Copa DavisPronto se adelantó Murray reteniendo el servició en un game extremadamente largo y ganando el resto posteriormente. No obstante, Del Potro se recuperó y estableció el 2-2 a base de devoluciones precisas y contundentes. Las líneas del partido se iban marcando con el argentino aprovechando su drive y Murray persistiendo en su revés. La igualdad se mantuvo hasta el 3-3 hasta que el tandilense sacó a lucir su abanico de recursos, donde la calma agitada con varias derechas ganadoras y algunas voleas equilibraron la balanza. Del Potro se hacía con la primera manga con un sublime ace en 56 minutos.

El segundo set fue para el escocés. Murray salió a buscar más la red y abusar del revés, lo que frustró al argentino y le provocó cometer un mayor número de errores no forzados. Sin roturas llegaron al 4-4, con buenos servicios y mejores devoluciones, pero el partido comenzaba a torcerse. Ambos tenistas sudaron sangre, pero el 7-5 del de Glasgow acabó palpándose.

Las tablas obligaban a la torre de Tandil seguir luchando para deshacerse de la igualada. A priori parecía que en Del Potro afloraban síntomas de cansancio, pero la derecha del representante argentino lucía intocable. Ambos tenistas apostaron por un rumbo fijo: la muerte súbita, y ésta fue para el número dos del mundo por un 7-5 de diferencia.

Murray no se inmutaba y con el apoyo de su público insistía con sus golpes. Sin embargo, Del Potro conseguía endosar un 3-6 a su favor. Esto fue posible después de peloteos imposibles, ataques desestabilizadores y milagrosas acciones defensivas. Uno de los mejores encuentros de la temporada necesitaba decantarse y le tocó al equipo de Copad Davis argentino. Murray lo intentó todo, pero un 4-6 impedía a el británico mantener intacta su fortaleza tras un partido de más de cinco horas.