Nada podía hacer presagiar una mañana tan negra para el tenis español. En una semana donde se esperaba que los nacionales brillaran en los dos torneos ATP 250 que se disputan, dos de los grandes favoritos a sendos títulos cayeron a las primeras de cambio y ante jugadores de ránking mucho peor que el suyo. Ramos y Almagro noe ncontraron las sensaciones propicias para tenistas de su nivel en ningún momento, y parecieron algo faltos de motivación y chispa para revertir partidos que se torcieron desde el inicio.

Almagro peleó sin premio

El jugador murciano se vio envuelto en una batalla de misiles al servicio con el alemán Gojowzyck, procedente de la fase previa. Bajo la cubierta de Metz, Nicolás no pudo dominar el encuentro de fondo de pista y se convirtió en un jugador endeble. El alemán tuvo claro su argumento, basado en constantes subidas a la red y juego agresivo, que Almagro solo pudo contrarrestar en ocasiones muy concretas.

El teutón finalizó con 22 saques directos

Tras perder la primera manga, Almagro se aferró al partido y se hizo con el segundo set en el tiebreak salvando varias pelotas de partido. Sin embargo, cuando todo parecía de cara para él, un mínimo despiste al inicio del parcial definitivo condenó al murciano a una derrota dolorosa. 6-4 6-7 (11) 6-3 fue el resultado final del encuentro.

La peor versión de Ramos

Se las prometía muy felices el español tras romper el servicio a las primeras de cambio al francés Sidorenko, pero no fue más que un espejismo. El catalán estuvo muy lento de piernas, sin posibilidad de dominar de fondo de pista y quedando muy a merced de un inspirado Sidorenko. Remontó una desventaja de 5-3 el español pero en el momento en que era preciso imponer su ley, volvió a arrugarse.

El galo recogió el guante y ganó la primera manga, generando un poso de desmoralización y derrota en Albert. Carente de chispa y carácter, Ramos entregó la cuchara en un esperpéntico segundo parcial. 7-5 6-2 fue el resultado final y Albert dice adiós al torneo de San Petersburgo.