Viajar, entrenar y competir. Un día tras otro durante once meses al año. Así es el tenis profesional y parece inevitable que haya momentos de cansancio extremo y necesidad de cambiar de ritmo. Es lo que le ha ocurrido a Andy Murray, que tras un verano frenético ha dicho basta. El escocés no pudo evitar la eliminación de su país en las semifinales de Copa Davis, y eso parece haber dolido y mucho al haberse celebrado el duelo en Glasgow y haber perdido él contra Juan Martín Del Potro. 

El cansancio físico y mental unido a algunas dolencias, parecen obligar a Murray a tomarse un merecido descanso. "He jugado mucho tenis en los últimos meses, necesito un descanso y lo necesito ahora", señaló el medallista de oro en Río 2016. "Sabía que iba a sentir algo de dolor en este fin de semana y hablé con mi equipo sobre que sería muy duro afrontar el fin de semana. Pero mis expectativas eran algo mejores de lo que estoy sintiendo ahora", dijo un Murray que pareció estar poniendo en riesgo su salud durante algunos tramos de la eliminatoria contra Argentina, al tener que ser atendido en varias ocasiones en la pista por el médico. "Nunca he tenido lesiones musculares antes. Fue preocupante para mí y por suerte me las arreglé para cerrar en tres sets", señaló Andy en referencia a su partido contra Guido Pella.

El siguiente evento que dispute Murray será, a priori, el 3 de octubre en el torneo ATP 500 de Pekín, previo al Masters 1000 de Shangai. Tramo final que se antoja complicado para un tenista con muchísimo desgaste y que podría darse de baja en algún otro evento para llegar en máximas condiciones a las ATP Finals, gran objetivo del tramo final de la temporada para cualquiera de los mejores.