Sin lugar a dudas el joven de Wiener Neustadt se está haciendo un hueco entre los principales nombres del circuito masculino, arañando cuando le es posible cualquier oportunidad de brillar sobre los mejores escaparates de la ATP. La última hazaña de Dominic Thiem ha sido sellar su pase a las semifinales del Abierto de Metz, derribando a la muralla de Luxemburgo Gilles Müller. En un encuentro que no alcanzó la hora y media de duración, el austriaco doblegó al número 37 del mundo con un 6-4 y 7-6 (5) y buscará mejorar sus estadísticas ante el nicense Gilles Simon.

Aunque se ha embolsado en dos mangas el encuentro, Dominic Thiem no ha tenido nada fácil competir con el luxemburgués. Un veterano curtido en mil batallas cuyo núcleo de juego se centra en el servicio y en la facilidad para escalar hasta la red, y no es de extrañar con sus 193 centímetros de altura. Aun así, ambos contrincantes iniciaban el peloteo algo tensos, con un porcentaje de primeros saques muy por debajo de sus medias. El austriaco pronto impondría la jerarquización en los intercambios, con un dominio consistente. En pocos minutos Thiem se hacía con su primer break e instauraba el 2-1 a su favor.

El efecto y la potencia que impregnaba Müller a las bolas para iniciar los puntos obligaban a número diez del mundo a retroceder, quedándose los restos en numerosas ocasiones en la red. Lo que ha permitido tomar pronto la ventaja en la primera manga a Thiem ha sido su facilidad de movimientos y empuñaduras, alternando los golpeos liftados y cortados especialmente con su revés. Un revés que le ha catapultado a la gloria en numerosos momentos del duelo de cuartos de final en Metz. La diferencia respecto al partido frente al germano Peter Gojowczyk ha sido la calidad de juego. El austriaco se vio forzado a elaborar puntos cortos centrados en el saque-volea, pero en esta ocasión el de Schifflange (que también basa su estrategia en el servicio) ha desarrollado contundentes intercambios buscando los ángulos.

Müller ha logrado 16 servicios directos, frente a los siete de Thiem No obstante, los aces también han sido los protagonistas en numerosos games. Incluso se han sucedido en más de una ocasión. Quizá el factor que ha permitido a Thiem conseguir el primer parcial ha sido su descaro en los rechaces, encontrando espacios imposibles y haciendo uso de recursos como el bote pronto cerca de la malla central.

Después de que fracasara su táctica en la primera manga, el luxemburgués ha cargado las pilas imponiendo un juego en blanco con su saque nada más saltar a la pista. Thiem lo intentaba mediante un recital de derechas y zurdazos bien posicionados, que ponían contra las cuerdas a Müller en más de una ocasión. El número 37 del mundo se mostraba sólido, y estando prácticamente por delante durante todo el segundo set ha arrastrado al joven austriaco al tie break. Un final decepcionante para el de Schifflange que estando con un 3-5 a su favor a sucumbido por cuatro puntos seguidos de su rival.

Un contrincante complicado

Gilles Simon en un partido de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 | Fuente: Getty Images
Gilles Simon en un partido de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 | Fuente: Getty Images

El número 55 del mundo ha caído sobre la central de Metz por 7-6 (2) y 6-0, mostrando dos versiones distintas Una vez más la experiencia ha sido ventajosa para Gilles Simon, que ha visto las dos caras de este deporte reflejadas en el juego de su oponente. El tunecino Malek Jaziri se ha venido abajo con el comienzo del segundo set, después de intimidar al francés con un estilo cargado de cambios de ritmo e intensos intercambios ajustados a las líneas. Si algo se puede reprochar a Simon es las bolas perdidas a media pista que ha matado constantemente el de Bizerta.

Estando muy completo en todas las facetas Malek Jaziri, la igualdad se ha quebrado en la muerte súbita con un 7-2 para Simon. Destaca la estadística de golpes ganadores, donde el bizertino ha doblado los siete del tenista francés.

Previamente al inicio de la segunda manga, Gilles Simon percibía que la competencia por el triunfo sería costosa. Sin embargo, el número 28 de la ATP se ha comido a un Jaziri constantemente frenado por la cinta de la red. Si a esto le añadimos la eficacia de Simon con el primer servicio, no es de extrañar que el de Niza se haya metido en semifinales con una “bicicleta”.