Se acabaron las lamentaciones, los sueños rotos y las decepciones que hacen replantearse sus objetivos. Lara Arruabarrena ha encontrado en Corea del Sur el nivel de juego y la fortaleza mental que tanto tiempo llevaba buscando. Su potencial es consabido por todos, ella la primera, y es por ello por lo que resultaba aún más desgarrador ver cómo no podía ofrecerlo en torneos de élite.

Tras un año gris, la donostiarra está decidida a aportar un halo de luz brillante en su palmarés y puede hacerlo en forma de título. Lleva una semana sencillamente perfecta, ganando a jugadoras con mejor ránking que el suyo y aplastando a otras que llegaban en buen momento de forma. Lara está preparada para alzar al cielo coreano un trofeo; solo le separa de ello un partido.

Superioridad manifiesta ante Tig

La rumana es una jugadora de rachas, capaz de cuajar torneos brillantes en medio de un océano de oscuridad. En Seúl ha mostrado su mejor versión pero se vio totalmente impotente ante el despliegue tenístico y psicológico de una Arruabarrena que rayó la perfección. 

La española salvó seis bolas de break en el segundo set

Sólida de fondo de pista, sin jugar pasiva en ningún momento pero tampoco precipitándose en los ataques, y restando a las mil maravillas, Arruabarrena se convirtió en un muro infranqueable para una Tig sin argumentos. La española supo rendir al máximo nivel en los momentos cumbre y cortar así todo amago de reacción de la rumana, que lo intentó en el segundo parcial.

El resultado final fue de 6-1 6-2 en favor de la española, que se enfrentará en la final a Mónica Niculescu. La veterana jugadora rumana de extravagante derecha cortada, se impuso con claridad a Zhang, y no se lo pondrá nada fácil a Lara Arruabarrena.