Resulta complicado imaginar el circuito ATP sin Guillermo García-López. No pasa todavía por ser un jugador de los más veteranos pero se erige en un clásico, uno de esos tenistas que siempre están ahí plantando cara a los mejores y optando a torneos ATP. Sin embargo, tras completar unos exitosos 2014 y 2015, el de La Roda está totalmente hundido en la presente temporada, haciendo gala de un tenis falto de chispa.

Recurrentes e incomprensibles derrotas sazonan el año de Guillermo, cuya única alegría vino en la modalidad de dobles, con la final cosechada junto a Pablo Carreño. Ni siquiera eso parece haberle dado moral para afrontar con garantías de éxito el tramo final de año. Su derrota a las primeras de cambio en Shenzen así lo demuestra.

García-López, incapaz de restar ser sólido

Su talento está fuera de duda y se demuestra en cada golpe pero el manchego no está sabiendo ofrecer su mejor tenis de manera regular y continuada, no ya durante todo el año, sino en un mismo partido. Los altibajos son constantes, con errores impropios de un tenista de su nivel y una velocidad e intensidad de piernas netamente mejorable.

El español desaprovechó tres bolas de break y no pudo romper el saque en ninguna ocasión

La confianza abandonó a García-López y eso influye notablemente en su apatía sobre la pista. Ryan Harrison, empeñado en devolver algo de lo perdido durante los últimos años a un público expectante respecto a su progresión, lo aprovechó para imponer su tenis variado y ayudarse del servicio. Le bastó con jugar profundo y con peso para desbordar al español y provocar sus errores, sobre todo en los momentos cumbre.

El estadounidense se medirá en la siguiente ronda con Bernard Tomic, en lo que promete ser un duelo apasionante ya que Harrison llega con confianza al llevar varios triunfos consecutivos, también en la fase previa.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.