La joven jugadora de 23 años logró este verano lo que hasta el momento es para ella su máximo triunfo como tenista al colgarse el oro al cuello en la pista central de Rio de Janeiro tras un impecable torneo en el que con un deslumbrante juego dejó en el camino a Garbiñe Muguruza, Kvitova y Kerber entre otras estrellas con un puesto en el ranking WTA superior al suyo.

No todo es positivo en un triunfo

Si algo tiene el tenis que lo diferencia de otras disciplinas es la exigencia a la que se ven sometidos jugadores y jugadoras a la hora de recuperarse de una derrota y de celebrar una victoria. El circuito profesional está plagado de torneos que permiten disfrutar del deporte rey de la raqueta semana tras semana por lo que los tenistas profesionales tienen muy poco tiempo para saborear cualquier triunfo por muy elaborado y costoso que haya sido, y en el caso de no saber controlar esta situación, el rendimiento de los jugadores se puede ver afectado considerablemente.

Esto es exactamente lo que le ha ocurrido a Mónica Puig, tras tocar la cima del tenis mundial en Brasil el pasado mes de agosto, la actual número 27 del mundo ha caído tanto en la primera ronda del US Open como en el abierto de Wuhan donde Roberta Vinci consiguió derrotarala cómodamente por lo que la puertorriqueña todavía está gestionando una victoria que hasta el momento no le ha beneficiado en absoluto. "Es un poco difícil cuando vienes de la mayor victoria de tu carrera, el torneo más grande que has ganado, y, de repente, tienes que volver a entrenar".

Mónica Puig durante su corta participación en el US Open 2016. Fuente: Indianexpress
Mónica Puig durante su corta participación en el US Open 2016. Fuente: Indianexpress

"Me hubiera gustado tener un poco de tiempo de inactvidad"El último Grand Slam de la temporada comenzó apenas semana y media después de finalizar la competición olímpica, tiempo que Mónica Puig considera insuficiente para acostumbrarse a todo lo ocurrido en el que ha sido el mejor mes de su vida. "He suscitado una gran cantidad de atención de los medios, poniendo muchísimo enfoque en mi victoria en los Juegos Olímpicos".

Para Puig la presión ahora es mucho mayor ya que, como era de esperar, ver jugar a la campeona olímpica es algo con lo que suspira cualquier aficionado, además, ahora todas las jugadoras quieren batirse con ella lo que le obliga a disputar todos los encuentro a su máximo nivel, algo que no ha podido hacer todavía y que espera lograr en el próximo Open de China que se celebrará en Pekín.