La lluvia está siendo la protagonista hoy en la segunda jornada del ATP 500 de Pekín. Tanto es así que hasta el momento sólo se han podido jugar los encuentros de la pista central, al disponer ésta de techo retráctil. Uno de los pocos choques que se han podido sacar adelante ha sido el del principal favorito, el escocés Andy Murray, que ha regresado con victoria ante el italiano Andreas Seppi tras dos semanas de descanso tras las semifinales de la Copa Davis. No fue un partido brillante por parte de Murray ante un Seppi que nunca dio la sensación de creer en la sorpresa.

16 golpes ganadores por parte de Murray por 23 errores. Seppi, 12 y 33, respectivamente.La enorme diferencia en el cara a cara entre ambos, siete a uno para Murray, se notó desde el principio. El británico no tuvo excesivos problemas para llevarse el primer set por 6-2. Seppi sólo fue capaz de aguantar hasta el empate a dos, pero a partir de ahí los numerosos errores no forzados condenaron al actualmente número 94 del mundo

Reacción estéril de Seppi

El segundo set resultó más competido, en parte, por los habituales despistes de Murray con su servicio, el cual cedió con una doble falta en el primer juego del set. A pesar de eso, Murray recuperó rápidamente la desventaja en el cuarto juego. Seppi lo intentaba pero sin mucha fe.

Malos porcentajes de ambos con el primer servicio. Murray, un 50%, Seppi un 47%.​El italiano logró aguantar hasta el 5-5 pero en el juego en el que sacaba para forzar el desempate los nervios volvieron a aparecer en su raqueta. Seppi completó un juego desastroso con su servicio, con dos dobles faltas y un sencillo smash que tiró a la red. Murray, muy hábil, aprovechó el momento para cerrar el choque antes de que se le complicara más de lo debido. 

Visto lo visto en su primer partido, el escocés tiene todavía mucho margen de mejora, especialmente si consigue evitar esos despistes con el servicio que, por desgracia, ya forman parte de su juego. En segunda ronda el número dos del mundo se medirá al vencedor del encuentro entre los rusos Konstantin Kravchuk y Andrey Kuznetsov.