Son dos de los jugadores llamados a llegar a lo más alto cuando los mejores jugadores de la historia flaqueen. Dominic Thiem y Alexander Zverev son futuro pero también presente; así lo están demostrando desde hace ya dos temporadas, y en este 2016 se han intensificado sus buenos resultados y victorias ante algunas referencias del tenis mundial. Ambos acumulan una gran carga de partidos pero no se dan por vencidos y su ambición es inabarcable.

Eso les lleva a jugar numerosos torneos a lo largo y ancho del planeta, coincidiendo en una primera ronda del torneo de Pekín que levantó muchas expectativas. El encuentro comenzó casi seis horas más tarde de lo previsto, debido a la lluvia que asoló la capital china durante toda la mañana. Pero la espera mereció la pena.

Thiem se desfondó ante un gran Zverev

Solo hubo un jugador que disputó a pleno rendimiento los tres sets del encuentro, y se proclamó vencedor. Entre dos tenistas de tanto talento y una notable igualdad, cualquier detalle puede decantar la balanza, y la acumulación de partidos en las piernas del austriaco se dejó notar en el tramo final de partido.

Zverev conectó once saques directos y jugó con un 70% de primeros servicios

Dominic Thiem comenzó a llegar una milésima tarde a las bolas, a golpear fuera del punto dulce y a cometer errores. Mantuvo la cara al partido en el primer set, pero Zverev fue consciente de la importancia que tenía mantener la tensión competitiva, y eso le reportó una clara ventaja en el segundo parcial. 

Thiem intentó regresar a su mejor nivel en la tercera manga, pero lo hizo con más corazón que cabeza. El duelo se decantó del lado de un muy inspirado Zverev, que tras el título obtenido en San Petersburgo parece lanzado a seguir quemando etapas en su progresión. Su siguiente rival será Jack Sock.