Andy murray llegaba a la novena final de la temporada en Pekín, y lo hacía tras mostrar unas excelentes sensaciones a lo largo del torneo. En frente tenía al búlgaro Grigor Dimitrov, que llegó a la final tras la retirada de Raonic en semifinales y después de ganar a Rafa Nadal de manera clara en cuartos.

El encuentro empezó de manera muy favorable al británico, que consiguió romper el servicio del búlgaro en su primer servicio, lo que le ponía muy de cara el primer set. El partido no había hecho más que empezar, pero Murray consiguió consolidar la rotura, poniendo el 2-0 en el marcador. A partir de ahí, se inició una igualdad que ninguno de los jugadores rompería. Murray, aún teniendo un porcentage del 30% en el primer servicio, consiguió mantener el saque aún siendo atenazado por el búlgaro, supiendo resolver los momentos de máxima tensión, incluyendo una bola de rotura en contra. El juego parejo que definía el partido, llevó el 6-4 en el marcador para Murray, que se llevó el primer set.

Máxima igualdad

La segunda manga empezó de manera similar al primer set, con un Murray dominador, que encima mejoró sus registros con el servicio. El británico consiguió romper el servicio al búlgaro, que le ponía el partido muy cuesta abajo. Aún así, Dimitrov no se desmoronó y siguió jugando a su máximo nivel, mejorando con su juego al resto, que le permitió igualar aún más el partido. Sin embargo, la bola de rotura que le permitiría empatar el enfrentamiento, no llegaba y Dimitrov veía como el final del partido se acercaba. 

Murray tan solo se llevó el 53% de los puntos disputadosCon el 5-4 en el marcador, con servicio para Murray, que tenía la oportunidad de cerrar el partido y el campeonato. Pero allí fue, dónde más complicado lo tenía, Dimitrov consiguió romperle el servicio y poner el 5-5. A partir de ahí, ninguno de los dos jugadores fue capaz de inquietar el rival, que encaminó el segundo set al tie break.

En el juego determinante, ambos jugadores empezaron con dudas y ninguno de los dos afianzaba los puntos logrados, hasta que Murray logró distanciarse y no concedió ninguno otra oportunidad a Dimitrov, que bajó los brazos y acabó cediendo el set por 7-6 (2).

Tras esta trabajada victoria ante un buen Dimitrov por 6-4 y 7-6 (2) en poco menos de dos horas de final. Andy Murray logra su quinto torneo de la temporada y conquista por primera vez el ATP 500 de Pekín