Solidez, seriedad y pasión por el tenis. Esas son tres de las condiciones que aúnan Gilles Simon y Pablo Cuevas, dos jugadores en buen estado de forma y que buscan terminar el año materializando sus buenas sensaciones con un título. Parecen capaces de ello a tenor de lo visto en las últimas semanas, y supieron solventar dos encuentros en los que partían claramente favoritos. Un inicio impoluto para dos tenistas que tienen como objetivo aprovechar la ansiedad de algunos de los favoritos, como Goffin, obligado a sumar puntos en su carrera particular por entrar en las ATP Finals. Dicho objetivo queda lejano para Cuevas y Simon, lo cual no hace más que quitarles presión y permitir que jueguen con calma.

Simon prolonga sus buenas sensaciones

El jugador francés no acusó el cansancio que podría haberle acarreado su estelar actuación en Shangai. Tras alcanzar las semifinales en el Masters 1000 disputado en China, Gilles intenta seguir aprovechando su buen estado de forma y demostró haberse recuperado bien del esfuerzo.

Se impuso con tremenda claridad al alemán Yannick Maden, procedente de la fase previa. Se vio sin argumentos ante un Simon al que le valió con su solidez habitual de fondo de pista, para imponerse por 6-3 6-2. Su siguiente rival será Jean-Lennard Struff.

Cuevas recupera sensaciones

No fue un buen verano para el uruguayo. Pablo se erigió en uno de los jugadores del año durante la primera fase de temporada, pero tras su puesto de finalista en Hamburgo no se vio refrendado en los torneos sucesivos. Busca ahora en Amberes su mejor tenis, y lo hace con la única presión de intentar terminar el año entre los 20 mejores del mundo.

Ante Josef Kovalik no hizo su mejor partido, pero le bastó una gran concentración en los momentos cumbre para frenar la rebelión del eslovaco. El resultado final fue de 6-4 7-6 (4) en favor de un Pablo Cuevas que ya está en cuartos de final, donde espera a Diego Schwartzman o Taylor Fritz.