Jugadores al servicio del espectáculo, eternos miembros de la segunda fila pero con alma de ganadores, y con una tremenda ambición por recuperar tiempos mejores. Grigor Dimitrov y Kevin Anderson comparten todas esas características, tanto como el anhelo por alzarse con el título que les acredite como campeón del torneo ATP 250 de Estocolmo. Están experimentando buenas sensaciones en las últimas semanas, y parecen dispuestos a plasmarlas en la capital sueca.

Dimitrov recupera su mejor versión

Ríos de tinta han corrido, corren y correrán sobre la técnica impoluta del búlgaro y sus constantes altibajos sobre la pista. En un 2016 que parecía tener que ser el de resurgimiento, Grigor ha caminado con más pena que gloria y con el "casi" en muchas de sus actuaciones. Tres finales perdidas resumen la incapacidad del de Haskovo para plasmar con un título sus mejores sensaciones.

Lo busca con ahínco en Estocolmo, y su contundente victoria ante Jurgen Zopp avalan sus posibilidades en un torneo en el que parte como segundo cabeza de serie. Ganó por 6-3 6-2 al estonio, y acabó con muy buenas sensaciones.

Anderson coge impulso

No era nada fácil el cuadro que tenía que afrontar el sudafricano para llegar a las rondas finales, por lo que su presencia en cuartos de final tiene un gran mérito. Se impuso a Baghdatis, y en segundo ronda lo ha hecho a Ryan Harrison. Un veterano y un novel capaces de ganar a cualquiera, pero que se vieron desarmados ante la solidez del de Johannesburgo.

Kevin se impuso por un apretado 7-6 (8) 6-4, haciendo gala de una gran sangre fría en los momentos cumbre y ayudándose con maestría del servicio. Necesitará de su mejor tenis para poder ganar a Grigor Dimitrov y seguir avanzando en el torneo. Un partido de alto voltaje se presenta.