Sin hacer demasiado ruido, trabajando cual hormiguita y pasando desapercibido, pero construyendo una carrera triunfal. Así es Richard Gasquet, un jugador que comienza ya a ser veterano y que año tras año, ha logrado éxitos. En los últimos siete años, tan solo hubo dos temporadas en las que Gasquet no acabara el año con, al menos, un título. En 2016 ya cumplió con esta regla al ganar en Montpellier, pero quiere más.

Su polivalencia le ha permitido darse alegrías en todas superficies, y encara el última tramo de temporada sin presión, al no tener opciones de clasificarse para las ATP Finals. Esto puede permitirle recuperar el ritmo perdido tras la lesión surgida en Wimbledon, y terminar la temporada con un buen sabor de boca. Ya está en semifinales y promete emociones fuertes.

Struff no dio ningún problema a Gasquet

El vacío de favoritos en el torneo belga fue notable, debido al cansancio que acarreaban tras la gira asiática. Jan-Lennard Struff se aprovechó de un exhausto Gilles Simon, que no pudo dar continuidad al buen nivel del que hizo gala en Shangai. El alemán se vio en cuartos de final e intentó sorprender al compatriota de su víctima anterior, pero el de Bèziers no estuvo por la labor.

Gasquet no dio opciones a un Struff sin argumentos

Y es que Gasquet salió muy serio a la pista y dispuesto a solventar el partido cuanto antes. Con un alto porcentaje de primeros servicios y tremenda solidez en los juegos en los que sacaba, Richard tomó ventaja enseguida haciendo gala de un juego ofensivo pero con margen. Sacó de su zona de confort al teutón, que solo tuvo un amago de remontada en el segundo set pero pronto fue neutralizado.

Victoria contundente de Gasquet que le provee de una tremenda confianza para afrontar las semifinales del torneo, donde se verá las caras con el ganador del duelo que disputarán Andreas Seppi y Kyle Edmund.