No hay otra que la victoria. Con esa máxima afronta Svetlana Kuznetsova el torneo que se disputa en Moscú. El azar quiso que la jugadora rusa pudiera cosechar su plaza para las WTA Finals en su propia casa, ganando el torneo, y Kuznetsova parece dispuesta a poner todo de su parte para que el sueño se haga realidad. Soportando la presión como pocas pueden hacerlo, la española de adopción y amiga íntima de Arantxa Sánchez-Vicario está en un gran momento de forma y presentando sus credenciales para estar en Singapur.

Kuznetsova buscará su segundo título de la temporada y el decimoséptimo en toda su carrera profesional

Tenía que ganar cuatro partidos consecutivos para lograrlo y ya lleva tres. El último de ellos, ante Elina Svitolina, tiene un significado especial, al haberse producido sobre una jugadora joven en trayectoria ascendente, y que quiso desafiar al Kremlin haciendo que una ucraniana ganara en Moscú. Kuznetsova lo evitó en un partido repleto de tensión e intensidad, pero con final feliz para el frío público moscovita.

Kuznetsova, la mujer de hierro

El partido tuvo de todo y respondió a las sospechas de que podía llegar a ser una final anticipada. Dos de las máximas favoritas al título se fundieron en un enfrentamiento a cara de perro y en el que no eludieron la refriega. Duelo de estilos apasionante entre la agresividad de Svitolina y la polivalencia y solidez de Kuznetsova.

En la primera manga, la ucraniana salió demasiado sobreexcitada, algo superada por el escenario y el contexto del partido, y atacó sin ton ni son. Golpes a destiempo de la joven jugadora demasiado obcecada en atesorar la iniciativa del partido, y minusvalorando sus opciones en un duelo de tú a tú.

Tras hacerse con el primer set, Kuznetsova se relajó un ápice y eso permitió que Elina, con el asesoramiento de su entrenador, comenzara a hacer su mejor tenis. El encuentro tornó en apasionante, con constantes alternativas en el marcador, y se llegó a un tiebreak donde la presión de las WTA Finals pareció pesar a la rusa.

Kuznetsova frenó a Svitolina cuando la ucraniana parecía decidida a irse a por la victoria

Equilibró el marcador Svitolina y se las prometía muy felices en un tercer set al que llegaba con tendencia positiva. Pero en ese momento emergió la versión más sólida y experimentada de la rusa. Un interminable octavo juego se tornó decisivo en el devenir del encuentro, que acabó cayendo del lado de una Kuznetsova que apenas cometió errores, y obligó a Svitolina a jugar por encima de sus posibilidades en lo que a concentración y regularidad se refiere.

En la final, Kuznetsova jugará frente a la ganadora del duelo entre Daria Gavrilova y Julia Goerges. Será un partido a vida o muerte, en el que Kuznetsova se juega el trabajo de todo un año.