Si hay una palabra que pueda definir el sentimiento que inunda el complejo tenístico del torneo de Basilea, esa esa nostalgia. Nostalgia por lo inexorable y rápido del avance del tiempo, nostalgia por la sensación de que la era más gloriosa del torneo y del tenis mundial se escapa, y nostalgia, en definitiva, por no poder contar con dos de los jugadores que han hecho vibrar a los aficionados en los últimos diez años del evento.
Cilic y Goffin exprimirán sus opciones de estar en las ATP Finals
Roger Federer tenía en el torneo de su ciudad natal una cita ineludible cada año, cosechando la victoria en siete ocasiones, la última de ellas ante Rafael Nadal. El manacorí no ha sido tan fijo en la capital suizo y, sobre todo tan brillante, pero aportó su granito de arena a que este evento se consolidara y creciera. En la edición de 2016 ninguno de ellos estará, dejando huérfano a un evento que intentará consolarse con la presencia de figuras como Stan Wawrinka, Milos Raonic, Kei Nishikori o Juan Martín Del Potro.
Torneo de pronóstico incierto
Cabezas de serie principales fuera de forma y con los objetivos logrados, secundarios de lujo pero con una notable carga de partidos en sus piernas y en su mente y outsiders con serias opciones de poder dar la campanada. Estos son los ingredientes de un evento del que es tremendamente difícil poder hacer un esbozo de lo que puede ocurrir. 32 jugadores lucharán por levantar un título de mucho prestigio, que tienen en sus vitrinas leyendas como Ivan Lendl, Yannick Noah, Stefan Edberg, Boris Becker o John McEnroe.
Carreño, Verdasco y Granollers, únicos españoles en el cuadro
De entre todos ellos, Wawrinka y Raonic parten como favoritos sobre el papel, pero quizá no sobre la pista. Y es que con su clasificación asegurada para la Copa de Maestros, el suizo y el canadiense parecen algo faltos de tensión competitiva. Necesitarán de ella si quieren ir pasando rondas. El de Lausana tendría como rival potencial a Gasquet en cuartos de final y a Marin Cilic en semifinales. El croata tendrá que superar unas primeras rondas complejas, debutando contra Youzhny y esperando al ganador del duelo entre Carreño y Verdasco. Sock sería el obstáculo en cuarto de final.
En la parte baja del cuadro, David Goffin acude con la presión de no poder fallar, y más tras el descalabro sufrido en Amberes, donde cayó en semifinales contra Diego Schwartzman. Debutará ante Baghdatis y podría verse las caras con Juan Martín Del Potro, en lo que supone un cuadro repleto de trampas. En cuartos de final se vería las caras con Kei Nishikori. Por su parte, Milos Raonic podría cruzarse con un Grigor Dimitrov que amaga resurgimiento.