La Real Academia Española define ave fénix como un ave fabulosa que los antiguos creyeron que era única y renacía de sus cenizas. En el mundo del tenis ese apodo se lo ha ganado y con creces Ivo Karlovic, ese jugador que cuanto peor está, más posibilidades tiene de reaparecer. Tiene más vidas que un gato, como demuestra el hecho de que a sus 37 años siga siendo tremendamente competitivo, y haya superado un derrame cerebral que le dejó postrado en cama durante meses.

El gigantón croata consiguió vencer en los cuartos de final de Viena al ruso Karen Khachanov por 7-6 (5), 6-7 (5) y 6-3, en un encuentro que se alargó a las dos horas y 20 minutos.

El encuentro fue todo un festival del saque. Auspiciado por la dinámica del partido, los tenista croata y ruso estuvieron imperiales al saque, y es que tan solo se rompió el servicio en una ocasión, que a la postre definiría un set y el partido. Los 60/69 puntos ganados con primer saque de Karlovic, y los 54/62 de Khachanov, muestran a las claras lo inconmensurables que estuvieron ambos al servicio.

El saque fue clave en el partido

En el primer set, ambos tenistas conseguían mantener sus respectivos servicios sin excesivos problemas. El jugador rival apenas mostró resistencia al resto y el set estaba destinado a disputarse en la muerte súbita. Hubo igualdad absoluta así que tocó definir la segunda manga en el tiebreak. Y allí estuvo más acertado el gigantón croata. Vapuleó a Khachanov con sus saques y fue valientemente en busca del desempate. El esfuerzo le valió la pena porque se lo quedó con un 7-5 en el marcador.

48 aces se vieron en el partido

El segundo set fue una copia del primero, con ambos tenistas manteniendo sin dudas su saque y esperando el fallo de su rival. Con esta igualdad se iba a llegar al tiebreak. Allí, en la muerte súbita, Khachanov se volvió una roca con su saque y Karlovic cometió un error que le vapuleó la moral. En el 4-4 del tiebreak y tras un saque directo, llegó la fatídica doble falta que lo ponía 5-4 abajo y dejaba al tenista soviético con dos saques para cerrar el partido. Y lo consiguió sin problemas. Karen Khachanov volvía a sonreir tras conseguir superar un partido que lo tenía prácticamente complicado.

Todo se iba a decidir en el tercer y definitivo set. Karlovic siguió con dudas al comienzo del tercer set, pero tuvo la capacidad de sobreponerse a una bola de break en contra, ganada con una volea magistral. Fue un golpe moral muy pronunciado para el ruso, que a partir de ese momento vagó sin rumbo por la pista. Khachanov estuvo muy estático, cometió numerosos errores al servicio y no pudo volver a inquietar al croata, muy tranquilo y con tremenda confianza en sí mismo y en su saque. Una rotura en el tercer juego iba a marcar la tónica del último set.

En semifinales, Ivo Karlovic se medirá al vencedor del duelo que enfrenta al español Albert Ramos frente al francés y cabeza de serie número seis, Jo-Wilfried Tsonga, en un encuentro donde el tenista galo parte con ventaja por estadísticas y por ránking.