Sí, han leído bien. Ni Federer ni Nadal van a participar en el torneo de maestros. La temporada tenística llega a su fin y las ocho mejores raquetas del panorama actual se dan cita en Londres para decidir quién se alza con el título de maestro. Los aspirantes son: Andy Murray, Novak Djokovic, Stan Wawrinka, Kei Nishikori, Milos Raonic, Gael Monfils, Marin Cilic y Dominic Thiem. Sin embargo, al leer esa lista no encontramos ni a Rafa Nadal ni a Roger Federer. Esto no sucedía desde el año 2001, cuando Federer aún no había alcanzado el top 8 y Nadal todavía se encontraba disputando torneos Challenger. 

Ambos jugadores están inmersos en un proceso de lesiones que les ha impedido acudir a la gran fiesta final del tenis. El tenista español puso fin a su temporada al ser derrotado en primera ronda del Masters 1000 de Shanghai y está centrado en la temporada que viene. El de Manacor ha superado casi en su totalidad la lesión de la muñeca, pero la falta de competición se ha reflejado en los resultados e incluso en su confianza en los momentos cruciales. Aún así, consiguió su 28º Masters 1000 en Montecarlo, además del Conde de Godó.

Por su parte, Roger Federer también lleva un par de años lastrados por las lesiones: primero, en la espalda, y ahora en la rodilla. Wimbledon fue su último torneo de la temporada donde perdió en semifinales ante Milos Raonic, pero sus evidentes muestras de dolor le hicieron parar. Hasta entonces, la temporada de Federer tampoco estaba siendo especialmente buena; unas semifinales en el Open de Australia y las alcanzadas en Wimbledon son el balance del helvético. 

¿Estamos ante el ocaso de Federer y Nadal?

Nadal tiene 30 años y Federer 35. Ya no son niños y el final de sus carreras cada vez está más cerca, pero los avances científicos y tecnológicos están permitiendo alargar las carreras de los deportistas de élite. También es cierto que en los dos últimos años han ganado 3 Masters 1000 entre los dos y ningún Grand Slam. Es evidente que su nivel ha decaído, motivado también por unas inoportunas lesiones y porque otros tenistas como Djokovic, Murray y Wawrinka han dado un paso adelante. 

Nadal y Federer | Foto: yibada.com

Las lesiones les han apartado de las pistas el tiempo suficiente para que se disparen los rumores sobre una posible retirada de ambos. La ausencia de títulos en sus vitrinas estos últimos años y su última final disputada hace un año abren las puertas para que sus detractores se les echen encima. Sin embargo, la grandeza de ambos tenistas radica en sus actuaciones dentro de la pista, donde acallan todo tipo de rumores y críticas. No se puede hablar de ocaso cuando ambos están trabajando para volver al 100% el año que viene, y todos saben lo que pasa cuando los dos rinden al máximo nivel

Las campañas contra Federer y Nadal han sido muy sonadas, sobre todo, las realizadas contra el jugador español. El dopaje y los asuntos financieros han sido las puntas de ataque para desestabilizar y desacreditar la carrera profesional de Nadal. La vejez, el verse superado por otros rivales y su peso han sido, por el contrario, los argumentos empleados contra Federer. En los últimos años, se han convertido en el centro de la diana y la presión sobre ellos es mayor que cuando se repartían los títulos importantes. 

Todos estos rumores, críticas y habladurías se traducen en dos palabras: envidia y sensacionalismo. Envidia por parte de aquellas personas que no llegan a reconocer que Nadal y Federer son los dos tenistas más relevantes de la historia del tenis; y sensacionalismo porque a día de hoy vende más lo negativo que lo positivo. La posible retirada de Nadal y Federer es más atractivo para la prensa que el posible regreso de ambos a las pistas. 

2017 puede ser el año del reencuentro

Todos los amantes del tenis echamos de menos esos domingos al mediodía en los que encendíamos la televisión, nos acomodábamos en el sofá y preparábamos los desfibriladores por si nos daba un infarto. Toda la familia se reunía alrededor del televisor para contemplar el tenis en su máxima plenitud. Nadal y Federer consiguieron hacer afición. Mucha gente que se aglutinaba enfrente de la pantalla no sabía las reglas del tenis, ni lo que era un break point o un tie break, pero ver a dos deportistas batallar de la manera que lo hacían enganchaba, y mucho. 

Además, había que prescindir de realizar algunas actividades debido a la duración de muchos de los partidos entre ellos. Por ejemplo, la final del Masters 1000 de Roma duró 5:02h, la final de Wimbledon 2008 duró 4:48h y la final del Open de Australia 2009 se alargó 4:23h. Estos son ejemplos del despliegue y desgaste tenístico y físico que les ha hecho ser respetados y admirados allá por donde pisan. 

La tradición de ver a los dos mejores jugadores del siglo todos los domingos se afianzó en España y Suiza. Los dos tenistas han llevado el tenis a una dimensión mediática sin precedentes. Sus encuentros se colocaban a la par con el fútbol, en cuanto a audiencias, e incluso  se han situado en la lista de los eventos deportivos más importantes como las finales de la NBA, la Superbowl o un mundial de fútbol.  

Nadal y Federer en la final de Wimbledon 2008 | Foto: sport-xl.org

Y es que sus número y su historia hablan por sí solos. Entre los dos han ganado 157 títulos y se han enfrentado 34 veces. Nadal y Federer han brindado al mundo duelos épicos, rememorando otros como McEnroe-Bjorn, Agassi-Sampras, Emerson-Laver o Connors-Lendl, e incluso superándolos. La rivalidad entre ambos comenzó en el año 2004 donde un niño de pelo alocado, camiseta sin mangas y pantalones pirata venció al número uno del mundo del momento, a partir de ahí comenzó otra era en el tenis. La grandeza de dicha rivalidad es que la mayoría de sus encuentros se han disputado en finales de Grand Slam, de los que atesoran 31, y otras muchas en torneos de gran calado. Se trata de una confrontación entre dos estilos diferentes: la clase contra la lucha, la delicadeza contra la potencia, la magia contra el espectáculo. Como Senna y Prost, como Douhan y Crivillé, como Messi y Cristiano o como Jordan-Johnson. Se trata de una rivalidad legendaria. 

De cara al año que viene, la preparación de ambos está siendo exhaustiva para poder volver al mejor nivel posible y discutir a los ahora dominadores del circuito, Djokovic y Murray. Nadal buscará implementar esos recursos que le permitan adaptar su juego a la exigencias del tenis actual. Por su parte, Federer buscará recobrar la fortaleza física y demostrar que es el mejor de la historia

Sus primeros encuentros podrían disputarse en rondas inusuales, lejos de las finales, semifinales y cuartos de final debido al ranking con el que arrancarán la temporada que viene, Nadal en el octavo puesto y Federer en el catorceavo. Pero lo importante será volver a ver en liza a estas dos autenticas leyendas vivas del tenis.