Cuesta creer que estas ATP World Tour Finals 2016 se van a disputar sin dos de los principales nombres propios que conforman el circuito masculino, como son el manacorí Rafael Nadal y el Maestro de Basilea Roger Federer, algo que nunca, desde el 2001, había sucedido, puesto que siempre uno de los dos jugadores había estado presente en la última gran cita de la temporada.

Entre los ocho mejores que estarán presentes bajo el O2 Arena de Londres partir de la semana que viene, lógicamente no se encuentran ni el suizo ni el español, pero a quiénes tampoco se les puede leer su nombre y apellido, son al checo Tomas Berdych y el jugador de Jávea David Ferrer, dos de los principales actores "secundarios" que han sido de la partida en el torneo final del año de manera habitual en los últimos años.

Un balance muy pobre

No hace falta indagar mucho para darse cuenta de que esta no ha sido la mejor campaña de ambos. A la vista están sus números, que lo dicen absolutamente todo. Ni Ferrer ni Berdych han logrado llegar hasta la cifra de las 40 victorias en lo que va de año, y además han cuajado excesivas derrotas, llegando hasta las 20 en el caso del jugador checo y superando esa cifra en el caso del tenista español.

Berdych: Shenzhen como la "salvación"

Lo que salva algo la temporada, si es que hay algo que la salva, centrando la vista en Berdych, es el único título logrado esta presente temporada, en donde brilló y rememoró ese tenis tan sólido y tan contundente que tiene en su raqueta. La ciudad china de Shenzhen parece ser un sitio fetiche para el tenista checo, pues en el pasado año también se hizo con el trofeo de vencedor en una final alargada hasta la jornada de lunes debido a la lluvia que cayó.

Sin embargo, un título no garantiza nada, y el pobre año de Berdych se refleja en los resultados obtenidos y en sus sorprendentes derrotas en rondas muy prematuras y ante rivales contra los que, por ránking y experiencia, no debería haber tenido excesivos problemas. Damir Dzumhur, Marcos Baghdatis, Gilles Muller, Marcel Granollers y Nikoloz Basilashvili han sido los cinco tenistas que han batido al checo en primeras rondas siendo ante el bosnio, el español y el georgiano las tres en torneos de Másters 1000. Las otras dos fueron en ATP 500.

En los Grand Slam en los que ha hecho aparción, tres de los cuatro que exige el calendario puesto que en el US Open no estuvo debido a una operación por apendicitis, los resultados son halagüeños, pues ha conseguido trece triunfos y tres derrotas, ante Federer y Djokovic en los cuartos de final del Open de Australia y Roland Garros respectivamente, y ante Murray en las semifinales de Wimbledon, mismo rival ante el que se despidió de la temporada en París-Bercy dejando escapar un marcador favorable de 6-1 en el tie break de la primera manga.

Ferrer: primera vez en ocho años sin levantar una copa al cielo

Estas once palabras lo dicen todo acerca del año del tenista alicantino, y es que el hecho de de acabar un año sin lograr levantar un título, era algo que no acontecía desde el curso del 2009, campaña en la que pese a ello, logró un mayor número de victorias que en esta temporada que está llegando ya a su recta final. El 2014 tampoco fue nada bueno, pues logró un sólo título, pero sus 54 triunfos le dieron la oportunidad de ir a las finales en calidad de reserva y disputar al menos un encuentro, ante el japonés Kei Nishikori, debido a la lesión de Milos Raonic.

Llama especialmente la atención, observar las derrotas tan sorprendentes, al igual que en el caso de Berdych, que ha sufrido el español a lo largo del año, como por ejemplo ante el ucraniano Illia Marchenko en Doha, el italiano Andreas Seppi en Halle, el galo Julien Benneteau en Cincinnati o una de las más dolorosas del curso, ante el ruso Evgeny Donskoy en lo que han podido ser sus últimos Juegos Olímpicos, en un partido que tenía encarrilado, pues ganó el primer set y hasta llegó a tener pelota de partido. cerró la temporada en París-Bercy cediendo ante Isner en dos tie breaks.

En lo que se refiere a los Grand Slams, el alicanto cosechó como mejor resultado unos cuartos de final al principio del curso en el Open de Australia, ronda en la que fue batido por el actual número uno del mundo, el británico Andy Murray, mientras que en Roland Garros, Berdych le privó de alcanzar la misma ronda que en Australia. Sobre el precioso pasto de Wimbledon, Ferrer cayó en la trampa del francés Nicolás Mahut en la segunda ronda, momento en donde el el propio jugador admitió que fue el punto aparte. En el US Open, el pletórico estado de forma del argentino Juan Martín Del Potro le eliminó en la tercera ronda del certamen americano.

¿Estamos ante el adiós definitivo de Ferrer y Berdych de la élite masculina? 

Tras llevar muchos años en los puestos más privilegiados del ránking ATP, puestos más que merecidos debido a su continuo trabajo y entrega, puede llegar a ser entendible este bajón sufrido en la temporada. Cuesta mucho creer ver el puesto que actualmente ocupa Ferrer, 21 del mundo, tras haber estado tanto tiempo en el Top 10, posición que ahora mismo ocupa el tenista checo.

Cierto es que ambos tenistas no son dos niños, pues los dos superan la treintena, 31 años son los que tiene Berdych y 34 los que ostenta Ferrer a sus espaldas. Pero aún así, tanto el checo como el español tienen mucha guerra que dar y la capacidad necesaria como para mantenerse en la élite y seguir mostrando su tenis, al menos en el caso de Tomas puesto que es el más joven de los dos. Pero el amor y la pasión hacia este deporte, y el constante trabajo que derrocha Ferrer le harán seguir peleando y dando mucho que hablar.

La nueva generación también ha sido muy protagonista. No sólo estos dos magníficos tenistas han sufrido en sus carnes las delicias y el brillante talento que poseen jugadores como el austriaco Dominic Thiem, clasificado para Londres, o el alemán Alexander Zverev, a quién David ve como el futuro dominador del Ránking ATP.

David Ferrer y Tomas Berdych aún tienen cuerda para rato, y quién sabe si incluso este año tan malo para sus intereses, con continuos parones debido a derrotas inesperadas, les ha podido venir hasta bien de cara al próximo año 2017 con el objetivo de tomar algo de aire. Lo que está claro es que en el curso que se avecina, tanto el checo como el de Jávea estarán recorriendo el mundo peleando contra los mejores y, seguro, dejando su huella.