La épica es un ingrediente necesario para un número uno del mundo, y Andy Murray está dispuesto a sacarla a relucir para defender su condición y terminar el año en esa posición. El de Dunblane se impuso a Kei Nishikori en un partido para el recuerdo, de más de tres horas de duración en el que hubo notables alternativas para ambos. 

“Obviamente estoy un poco cansado, es normal, aunque esto es algo que se suele notar más al día siguiente. Después del partido me he metido en la bañera de hielos. Mañana estaré dolorido, pero es positivo el tener un día descanso”, señaló el británico después de un esfuerzo titánico tanto a nivel físico como mental. Murray habrá de buscar una pronta recuperación para estar listo de cara a su siguiente duelo, el que le medirá a Stan Wawrinka en la última ronda de la fase de grupos del evento.

El partido duró 3 horas y 20 minutos y demostró el poderío mental de Murray

Andy tuvo la humildad y la claridad de ideas para analizar el partido con sangre fría y reconocer la superioridad por momentos del nipón. “En el primer set Kei ha sido quien ha dominado la mayoría de los intercambios, no existían los puntos rápidos con su servicio. Es muy complicado enfrentarle, posiblemente sea el jugador que mejor mueve la bola del circuito. Era difícil porque yo no era capaz de llevar el mando de los puntos, pero en el tercer set ya me fue mejor”, señaló un Murray que mostró su enfado y frustración en numerosas fases del partido. “Kei ha podido ganar el partido en dos sets, es seguro, ha tenido sus oportunidades. No sentía que estuviera golpeando la pelota tan bien como me gustaría, por momentos ha sido frustrante. No era capaz de golpear de manera limpia y, según iba avanzando el partido, me iba cabreando más y tomándome la situación con sarcasmo hacia mí mismo. Es importante ganar partidos para darte una oportunidad de llegar lo más lejos posible, además que 200 puntos por partido es mucha recompensa”.

Murray en su partido ante Nishikori. Foto: zimbio
Murray en su partido ante Nishikori. Foto: zimbio

Para Andy, la clave del encuentro fue su entereza mental para llegar vivo al tercer set y una vez ahí, aprovechar el desasosiego de su rival para tomar una ventaja que a la postre resultó siendo definitiva. “En el tercer set todo cambió, jugué bien y tomé un inicio muy rápido. El momento del 2-1 fue muy importante. Luego ya me puse 5-1, una ventaja importante, pero él se rehízo y logró acabar con un 6-4, se levantó de manera increíble”, argumentó el actual número uno del mundo, sin esconder su admiración por Nishikori.

La batalla por la cima del tenis mundial continúa de poder a poder entre Novak Djokovic, y todo podría resolverse en un duelo entre ambos en semifinales o en la final del torneo. “Ahora mismo no sé lo que podría pasar en un partido entre Novak y yo. De momento solo quiero superar todos los partidos que pueda, aunque sería el mejor partido posible para cerrar el año. Ambos queremos ganar el torneo y el público desea vernos peleando en la final. Acabar el curso como número 1 del mundo sería una sensación increíble”, terminó diciendo el jugador que aspira a seguir haciendo historia en el tenis mundial.