Este domingo Novak Djokovic, actual número dos del circuito masculino, tendrá la oportunidad de igualar los seis títulos de Roger Federer como maestro sobre el O2 Arena de Londres. Para ello, deberá superar al jugador británico Andy Murray, que se encuentra en estado de gracia al haber alcanzado por primera vez el número uno de la ATP. No será un encuentro sencillo, pero el belgradés tiene un plus de ventaja al no haberse desgastado tanto en su encuentro de semifinales ante Kei Nishikori.
Murray ha sudado sangre para remontar a un Milos Roanic voraz, que en su segunda participación en la ATP Finals ha demostrado carácter. Por el contrario, el serbio apenas ha necesitado una hora para sentenciar un partido sin apenas espectáculo. A diferencia de su estreno con Stan Wawrinka en la fase de grupos, Kei Nishikori ha mostrado una escasa consistencia psicológica y moral, lo que ha propiciado un resultado tan abultado.
Se da, por tanto, el mismo resultado que en la temporada pasada: un doble 6-1. Con esta victoria ya son 11 las de Djokovic, frente a las dos del nipón. La primera vez que Nole batió a Nishikori fue en 2010 y la última este ciclo en Canadá, impidiendo que el japonés levantase su primer premio de Masters 1000.
Sin lugar a dudas, el de Belgrado se postula como pleno favorito para ganar el trofeo, ya que no ha cedido ningún set en toda la semana. Aun así, está en juego acabar el año como primer clasificado de la competición masculina, algo que el muro de Dumblane no está dispuesto a soltar sin pelear.
Ante la supremacía serbia
Si Kei Nishikori tenía que flaquear en este torneo, elegir la noche de hoy ha sido la peor opción. El número cinco del mundo ha sido víctima de la inseguridad desde el primer hasta el último momento, algo que Novak Djokovic no ha dejado pasar a su favor.
En apenas 17 minutos, el tenista de los Balcanes ya se situaba con un 4-0 arriba, rompiendo el servicio al japonés en dos ocasiones. El único break del primer set a favor de Nishikori le ha valido el 4-1, pero no ha sido suficiente para frenar el ritmo de Djokovic. A los 35 minutos se iniciaba el segundo parcial, que ha mantenido el mismo resultado que durante la primera parte.
Nishikori ha pecado quizá de optimismo y posiblemente no ha preparado bien su estrategia. No obstante, el factor que más ha trastocado su paso por la cancha esta jornada ha sido su escaso acierto con el drive y sus continuos errores no forzados, que han potenciado el monólogo de Novak Djokovic.