A falta de la final de la Copa Davis, la temporada 2016 toca a su fin y es hora de empezar a poner notas a una temporada marcada por un dominio de Djokovic a principios de curso y una espectacular escala hasta el número uno de Andy Murray durante los últimos meses de competición. También ha sido un año olímpico, donde llegó el mayor éxito de la temporada para la armada española, el oro olímpico conseguido por Nadal y Marc López. 

Ha sido un año más negativo que positivo para los tenistas españoles. No estamos acostumbrados a hacer balances anuales tan paupérrimos como el que me toca hacer, porque esta generación es una generación ganadora, que ha cosechado muchos e importantes títulos durante los últimos años. Sin embargo, el idilio tenístico español se ha chocado con la realidad. La realidad de la edad, de la falta de relevo generacional y de la decadencia tenística de algunos jugadores.

Ciñiéndonos meramente al apartado tenístico, los jugadores españoles no han estado al nivel esperado. Los títulos individuales apenas han resonado con fuerza para demostrar que la generación dorada del tenis español no está muerta todavía. En su defecto, las alegrías de este año han llegado de la modalidad de dobles, en la que se han cosechado 10 títulos. 

Alegrías y sorpresas 

Dentro del mal año realizado por el conjunto de la armada, cabe destacar, en el apartado individual, a tres jugadores: Roberto Bautista Agut, Pablo Carreño Busta y Albert Ramos

Roberto Bautista levantando el trofeo del ATP 250 Sofia | Foto: as.com

- Roberto Bautista Agut: el jugador castellonense de 28 años ha firmado su mejor temporada en el circuito profesional con un balance de los títulos en Auckland y Sofia y las finales en Winston-Salem y, sobre todo, la del Masters 1000 de Shanghai. Bautista ha conseguido asentarse en el top 20 y en muchas ocasiones esta temporada ha estado rozando el top 10, eso demuestra el año regular que ha firmado y ese salto cualitativo en su tenis. Además, este año ha peleado hasta el último torneo para acceder a las ATP Tour Finals de Londres, donde se quedó como segundo sustituto. 

Su llegada a la élite mundial fue tardía, pero está aprovechando su momento dulce para situarse entre los candidatos a los grandes torneos y, por qué no, dar alguna sorpresa, y sino que se lo digan a Novak Djokovic que no pudo con el jugador español en las semifinales de Shanghai. Vencer al entonces número uno del mundo supuso un broche final a una temporada muy buena, en la que ha asumido el rol de líder de la armada española con permiso de Rafa Nadal

- Pablo Carreño Busta: el little baby de la armada española ha sellado un año espectacular. De hecho, ha sido el tenista español que más títulos ha conseguido esta temporada, con un total de cuatro- Winston-Salem y Moscú, en singles, y Quito y Pekín, en dobles-. También, hay que destacar las finales cosechadas en Estoril y Sao Paulo. Sus resultados en los Grand Slams todavía son muy pobres, pero en el US Open consiguió junto con Guillermo García-López acceder a la final después de derrotar a los Superlópez

Es el jugador español que, por edad, está llamado a ser el líder de la nueva remesa de tenistas españoles, que desgraciadamente todavía se espera. No obstante, su actual posición en el ranking, 30º, su mejor posición, pone los cimientos para empezar el año que viene con garantías de hacer cosas importantes y seguir creciendo. 

- Albert Ramos: no ha hecho una buena temporada a nivel general, pero unos cuartos de final en Roland Garros hace que la temporada de un jugador que fluctúa entre los puestos 30-50 de la ATP sea más que positiva. Sin embargo, la alegría del catalán no se queda ahí. 2016 ha sido el año donde ha conseguido su primer título ATP, en la tierra batida de Bastad. También ha firmado una meritoria final en Chengdu.

Aunque las alegrías españoles han venido de las victorias individuales de tenistas poco habituados a cosechar tantos éxitos, las grandes conquistas han llegado de la mano de tandems como los de Feliciano López y Marc López, Nadal y Marc López, y Pablo Carreño y Guillermo García-López. Roland Garros, Río de Janeiro y el US Open han sido algunos de los lugares testigos de las hazañas españolas en la modalidad de dobles. 

En la modalidad de dobles, hay que hacer una especial mención a Marcel Granollers, Feliciano López y Marc López. El primero de ellos  ha dejado ver todo su repertorio y su destreza en dicha modalidad. Tres son los títulos que contemplan el palmarés anual de Granollers. Junto con David Marrero, Marcin Matkawski y Jack Sock ha conquistado los títulos de Bastad, Tokio y Basilea, respectivamente. Además, ha brindado grandes actuaciones junto a Pablo Cuevas en los Grand Slams, con unas semifinales en Australia y unos cuartos de final en Roland Garros. 

Marc López y Feliciano López posando con el trofeo de Roland Garros

Los otros dos, los Superolópez, se han consolidado como pareja en el circuito y se han convertido en la pareja indiscutible en las eliminatorias de la Copa Davis en el equipo español. Su temporada ha sido muy exitosa con el título en Doha a principios de año y, sobre todo, con el título en Roland Garros que devolvía la victoria a una pareja española en la tierra parisina 16 años después. También alcanzaron las semifinales en el US Open. El toledano, además, cierra  la temporada con su quinto título en singles en el torneo de Gastaad. 

Nadal se especializa como doblista

Dejados atrás los problemas de ansiedad y miedo dentro de las pistas de tenis, Nadal inició el año volviéndose a sentir competitivo y con la ilusión de volver a competir por lo importante intacta. La temporada del balear ha dejado muchos dudas en cuanto a su rendimiento tenístico, se le ha visto muy irregular y cometiéndo más errores de lo habitual. No ha hecho una mala temporada, pero ha dejado muestras de que su nivel aun no está a la altura de hombres como Djokovic y Murray, contra los que ha perdidos todos los partidos que ha disputado. 

Seguramente sea una de las peores temporadas de Nadal en los Grand Slams. Una primera ronda en el Open de Australia, unos cuartos de final en Roland Garros y una cuarta ronda en el US Open, además de no disputar Wimbledon por lesión, no son números habituales de un jugador que hasta el año pasado acostumbraba a ganar al menos un major al año. Aunque no todo es negativo en la temporada del tenista español, pues inició la temporada de tierra batida ganando el Masters 1000 de Montecarlo por novena vez y el Conde de Godó por séptima ocasión, y dejando unas sensaciones muy positivas que se han ido diluyendo a medida que fue avanzando la temporada. 

Nadal y Marc López abrados tras ganar la medalla de oro en los JJOO de Río de Janeiro | Foto: zimbio.com

Todo lo que no sorprendió en los cuadros individuales de los torneos, lo ha hecho en los de dobles. Nadal ha disputado este año muchos torneos inscribiéndose en ambas modalidades, práctica habitual en el balear para aclimatarse a la pista y las condiciones, pero la diferencia es que este año su participación en el doble se ha extendido hasta las rondas finales. Muestra de ello fue la inesperada medalla de oro conseguida en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro junto a su amigo Marc López. Ambos tocaron el cielo olímpico tras vencer en una final agónica a la pareja rumana formada por Mergea y Tecau, en la cual la pareja española tuvo en el definitivo tercet set un 5-3 en contra y fueron capaces de darles la vuelta y conseguir la primera medalla de oro para el dobles masculino español

El sobreesfuerzo realizado por Nadal en los Juegos, donde disputó el cuadro de singles y el doble y no pudo con el mixto por el cansancio, condicionó negativamente el final de temporada del balear

Las decepciones españolas

Han sido muchas las decepciones del tenis español durante este 2016. La edad, las lesiones y la decadencia profesional han sido los condionantes para ver a determinados jugadores muy por debajo de su umbral tenístico.

- David Ferrer: el veterano tenista español ha firmado su peor temporada de los últimos años al no conseguir ningún título y tener como mejores resultados de la temporada unos cuartos de final en el Open de Australia y unas semifinales en Pekín. A pesar de sus 34 años, Ferrer se niega a colgar la raqueta, pues aun considera que tiene cuerda para rato. 

Su temporada queda bien reflejada en el ranking: del 7º al 21º en once meses de competición. Ni las piernas, ni la derecha, ni el trabajo dentro de la pista han evitado que Ferrer salga del top ten por primera vez en seis años

David Ferrer durante un partido de Roland Garros | Foto: sphera sports

- Fernando Verdasco: un título en Bucarest y una final en Bastad no avalan a un tenista que llegó a ser top ten y semifinalista de un Grand Slam. El madrileño lleva inmerso en una profunda crisis tenística muchos años. Atrás queda ese jugador que plantó cara al mismísimo Rafa Nadal en uno de los duelos más brillantes y largos de la historia del tenis. Atrás queda ese juego agresivo, esa carácter que lo diferenciaban del prototipo de jugador de tenis español. Lo que no queda atrás y cada vez es más frecuente son los constantes enfados y pérdidas de concentración que evidencia durante los partidos

No se puede decir que Verdasco no haya intentado revertir esta situación. Ha cambiado en varias ocasiones de raqueta para conseguir un mayor control de sus golpes y coger más confianza en sí mismo. Pero cuando uno cambia aspectos y las soluciones no llegan, hay que reflexionar y replantearse cambios más radicales. 

- Nicolás Almagro: se puede decir que una lesión ha frustrado la carrera del tenista murciano. Una lesión en la planta del pie obligó a parar al entonces 17 del mundo. Dos años después Almagro intenta salir de es pozo partipando en Challengers y torneos de menor entidad dentro del circuito profesional. Aun así, Nico no es el mismo Nico. Ha perdido chispa en sus golpes, sobre todo, en el revés, y sin su arma principal su pesadilla no ha hecho más que alargarse. 

Este año ha escalado muchos puestos en la clasificación actual (44º) y ha ganado un título, el de Estoril sobre tierra batida. Esta en las decepciones del año porque, dejado el periodo de inactividad atrás, el juego de Almagro ha sembrado dudas y su condición física no es la adecuada. 

- Guillermo García-López: después de un 2015 bastante bueno, el 2016 no ha sonreido tanto al jugador de La Roda. Solo ha destacado por sus actuaciones en dobles con el título en Winston-Salem y la final en el US Open.

- Iñigo Cervantes: cero títulos y una semifinal en Sao Paulo no son números muy alentadores para un jugador que empezaba el año estrenando top 100 y que venía de haber ganado cuatro Challengers y el ATP Challenger Tour Finals el año pasado. Es una de las grandes esperanzas del tenis español, a pesar de sus 26 años. Esperemos que un año negativo impulse el tenis y la calidad de Iñigo de cara al 2017.