El alemán Boris Becker explicó en una entrevista realizada para The Times el bajón de Novak Djokovic después de conseguir llevarse el título en Roland Garros. El serbio tan solo pudo llevarse un título a partir de Roland Garros (Master 1000 de Montreal) y sus malos resultados son normales para Becker, porque en su opinión el nivel dado en estas últimas temporadas rozaba la perfección y el hecho de tener que atender a su familia le ha podido provocar alguna distracción.

“Su bajón fue probablemente la reacción más natural tras la perfección”, opina Boris que cree estar ante la clave del mal momento de su pupilo. “Es humano después de todo, es un hombre, es padre. No es un ordenador, no presiones un botón y continúas haciendo eso durante cinco años más. Él no es así”, considera Becker.

Boris piensa que Djokovic necesitaba parar para conseguir en un futuro cercano seguir ganando, el serbio tenía que lidiar con aspectos extra tenísticos que le distraían del tenis y eran más importantes para él.  “Se tomó su tiempo y no lo invirtió en estar en una pista de entrenamiento. Lo invirtió en su esposa y su hijo. Fue bueno para él, es hacer lo correcto”, entiende el alemán.

“Yo estuve en su situación hace 20 años de querer parar. Parar no significa retirarse, significa parar y sencillamente, saborear el momento de perfección”, cuenta. “Por lo tanto soy el primero que le comprendo y que quiera gastar su tiempo en su familia y en otras actividades. Con el objetivo de tener una carrera exitosa y larga, esto es lo que tienes que hacer a veces”, rememora Becker.

El serbio tan solo ha conseguido ganar un título en la segunda mitad de año de los siete en total. Pese a este bajón pudo acabar con buenas sensaciones la temporada y como número 1, pero no consiguió batir en la final del Masters de Londres a Andy Murray. “Ojalá hubiéramos ganado ese partido”, admite Becker. “Fue una temporada de dos mitades. La primera fue perfección, la segunda… podemos llamarlo un período de transición hacia su nueva etapa”, advierte el alemán

Por otra parte, el entrenador de Djokovic desde 2014 piensa que es muy positivo que sus resultados no cayeran en picado tras su título en Roland Garros y pone el ejemplo de otros deportivas que no supieron controlar el éxito. 

“Históricamente ha habido deportistas que se hubieran retirado después de ganarlo todo, estoy contento de que él no lo hiciera. Deportistas que empezaron a perder todos los partidos que jugaban tras haberlo ganado todo. Él no lo hizo. Despertará,” confía Becker, que cree que cuando quiere puede sacar su mejor nivel, como durante el partido con Kei Nishikori en las semifinales de la Copa Masters. “Cuando realmente le importa se muestra como se mostró en el O2 jugando su mejor partido en seis meses en la semifinal ante Nishikori. Así es como jugó en la primer parte del año, por lo que tiene aún ese tenis. Pero después algo falló en la final y eso es lo que resume la segunda mitad de año para él”, argumenta el germano.

Becker sin embargo, no se mostró tan cómodo cuando fue preguntado sobre los problemas personales de Djokovic y no se quiso "mojar" más de la cuenta. El serbio alegó problemas personales tras su derrota en Wimbledon y también empezó a trabajar con el experto en trabajo mental Pepe Imaz. Becker en este momento tan poco quiso hablar claro sobre su futuro con Djokovic.  “No puedo dar un sí o un no en este momento del año”, afirma un Becker 

Para terminar quiso tener unas palabras de reconocimiento hacia el nuevo número 1 mundial Andy Murray.

“Increíble el respeto hacia él y su equipo. No te conviertes en número uno por accidente, no es un simple fallo del sistema”, cuenta Becker, siguiendo con la metáfora informática. “Su consistencia a lo largo del año le han convertido en número uno del mundo. Me quito el sombrero ante él”, reconoce. En Roland Garros, fue donde realmente se dio cuenta de lo que podía llegar a conseguir el escocés en esta temporada. “La primera gran diferencia la advertí en Roland Garros. En su superficie menos favorita llega a la final. Y de repente le gana un set a Djokovic en la final, es como ‘madre mía, está muy cerca’”, finaliza Boris Becker.