Muchos hablan del big four que forman Federer, Djokovic, Nadal y Murray, pero esta generación de tenistas poco a poco van perdiendo fuelle y quedarán como historia. Para ello numerosos tenistas de la llamada "próxima generación" tienen que dar un paso adelante y comenzar a codearse con estas leyenda del tenis. Entre esas futuras estrellas está el austríaco Dominic Thiem.

57-22 ha sido su balance de partidos esta temporada habiendo conquistado cuatro títulos, los conseguidos en Río de Janeiro, Acapulco, Niza y Stuttgart.

Australía confirmó que podría ser su año

Los comienzos de temporada nunca son fáciles, los entrenamientos realizados durante el invierno se ponen a prueba y deben dar sus frutos en los primeros partidos del curso. ¿Sería al fin el año de la irrupción de Dominic Thiem en el ránking ATP? Brisbane iba a ser su primera prueba de fuego, y el joven tenista austríaco empezó a demostrar que este sería al fin su año. Dejó en la cuneta a jugadores de la talla de James Duckworth, Denis Kudla o Marin Cilic entre otros. En semifinales nada pudo hacer ante Roger Federer con el cual cedió por un contundente 6-4 y 6-1, pero con gestos de futuro campeón. 

Continuando por tierras oceánicas, Dominic Thiem ponía rumbo al primer Grand Slam de la temporada, en el Open de Australia, donde el austríaco era capaz de llegar hasta la tercera ronda, cayendo ante el belga David Goffin por 6-1, 3-6, 7-6 y 7-6 en un partido muy igualado y que podría haberse decantado para cualquiera. Estaba siendo un gran comienzo de año para Thiem, pero lo mejor estaba aún por llegar.

La tierra batida y Thiem, una bonita historia de amor

Tras una semana de descanso tras caer en la primera semana en Australia, Thiem decidía poner fin a su etapa en pista dura y empezar a prepararse para la gira latinoamericana en tierra batida.

Brasil iba a ser la primera prueba de fuego para el tenista austríaco. Se convirtió en el azote de los españoles, y es que en ese mismo torneo vencía hasta tres jugadores con nacionalidad española: Pablo Carreño, Rafael Nadal y Nico Almagro en la gran final del torneo, consiguiendo así el primer título oficial de Thiem esta temporada.

Sin tiempo para descansar, el joven tenita europeo se desplazaba a Argentina para disputar el ATP 250 de Buenos Aires, donde actuaba como tercer cabeza de serie. No corrió la misma suerte, pero hizo un gran papel, llegando a las semifinales venciendo a Pablo Andújar, Diego Schwartzman  y David Ferrer. En penúltima ronda cayó contundentemente ante el argentino e ídolo local Guido Pella. Thiem quería más y se apuntó a Acapulco, torneo fetiche para los españoles y como ocurriese dos semanas atrás volvió a salir victorioso para sumar su segundo título en este 2016, venciendo al australiano Bernard Tomic por 7-6, 4-6 y 6-3.

Tres títulos y una final sobre la tierra batida

La aparición de los Masters 1000 americanos no modificaría las buenas sensaciones de Thiem, que en Indian Wells conseguía llegar hasta los octavos de final, donde caía contra Jo-Wilfried Tsonga por 3-6 y 4-6, obteniendo también unos octavos de final en Miami días después, cruzándose en el camino del serbio Novak Djokovic, quien le derrotaba por 3-6 y 4-6.

Con la llegada de los torneos de tierra batida Thiem sería capaz de subir un peldaño más el nivel que había alcanzado, empezando en primer lugar por el Masters 1000 de Montecarlo, cita en la que era capaz de llegar hasta octavos de final, tras encontrarse contra el rey de la tierra batida, el español Rafael Nadal con el cual cedió por 5-7 y 3-6, vengándose por la derrota encajada un mes atrás en Río de Janeiro. Una semana más tarde conseguiría llegar a la final del ATP 250 de Munich, cayendo ante el ídolo local Philipp Kohlschreiber.

A pesar del gran resultado logrado en el Principado y Munich, las malas sensaciones aparecerían en el Mutua Madrid Open, donde cayó en primera ronda ante el argentino Juan Martín del Potro. Tocaba reaccionar si quería terminar la temporada de tierra en lo más alto de la tabla clasificatoria, y el austríaco alcanzaba los cuartos de final del Masters 1000 de Roma, cayendo ante Kei Nishikori por 3-6 y 5-7.

Entre Roma y Roland Garros, Dominic Thiem decidió participar en el ATP 250 de Niza, donde defendía la corona conquistada en 2015. El tenista con más futuro en el tenis consiguió vencer nuevamente el título, venciendo al otro chico joven de la clasificación, el alemán Alexander Zverev por 6-4, 3-6 y 6-0. La gira por tierra batida finalizaría en Roland Garros, el torneo junto a Wimbledon más emblemático del mundo del tenis. Thiem se había visto en pocas de este tipo, pero el desparpajo y el buen tenis del austríaco le hizo ir superando rondas, hasta plantarse en unas semifinales ante el serbio Novak Djokovic con el que cayó en tres sets de manera contundente.

Temporada irregular en hierba y final de temporada

Muchos dicen que el cambio de tierra batida a hierba es complicado, por los movimientos de la bola entre otras cosas. Pero para Thiem esas cosas son pamplinas, y a la primera semana de hierba consiguió alzarse con el título en Stuttgart venciendo en la final al alemán Philipp Kohlschreiber por 6-7, 6-4 y 6-4.

Foto: Zimbio
Foto: Zimbio

Una semana más tarde, el austríaco viajó a Halle siendo segundo cabeza de serie y acabó llegando hasta las semifinales del torneo, cayendo derrotado ante el alemán Florian Mayer por 3-6 y 4-6. Con un título y unas semifinales, Thiem llegaría en plena forma a Wimbledon, pero las cosas no salieron como él mismo esperaba, ya que caería contra todo pronóstico ante el checo Jiri Vesely por 6-7, 6-7 y 6-7.

Thiem acabó el año como número ocho del mundo

El paso de los torneos iba poco a poco pesando en las piernas de los tenistas, especialmente en la gira estadounidense de verano, donde Thiem caía inesperadamente frente a Kevin Anderson en primera ronda en Toronto y en cuartos de final ante Milos Raonic en cuartos de final. En el último Grand Slam de la temporada, el US Open, Dominic volvería a mostrar la buena cara de su tenis llegando hasta los octavos de final, donde de nuevo era Juan Martín del Potro su bestia negra, derrotándole por 3-6 y 2-3, y es que Thiem tuvo que retirarse por unas molestias musculares.

A partir de la lesión, la temporada de Thiem tuvo un fuerte bajón, con unos dos meses para el olvido cayendo en la gran mayoría de los torneos en las primeras rondas. Gracias a la baja de última hora de Rafael Nadal pudo ir a la Copa Masters de Londres, donde no conseguiría su clasificación a semifinales, tras caer ante Novak Djokovic y Milos Raonic. Al menos conseguiría la victoria del honor ante Gael Monfils para cerrar su temporada.

Foto: Zimbio
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