¿Estaremos ante el resurgir de Rafa? Lo que sí que es cierto es que Nadal no presta oídos a especulaciones y noticias alarmantes sobre su estado de forma. Cada derrota es un argumento para trabajar más y más. Los frutos de ese trabajo pueden estar empezándose a recoger.

En el día de hoy, el tenista español consiguió vencer por 6-3, 6-4 y 6-4 al alemán Florian Mayer, en un encuentro que se alargó a las dos horas y cuatro minutos de encuentro, y que sirvió para certificar el pase del balear a la segunda ronda del torneo australiano.

El mejor Nadal con su servicio

Puede tener sin lugar a dudas uno de los mejores saques del circuito, moverse bien y contar con golpes bastante potentes que le hace convertirse en algunas ocasiones en un rival algo incómodo. Pero Florian Mayer no transmite nada. Falto de carisma, el alemán alterna actuaciones estelares con torneos en los que parece que va a pasearse. En esta ocasión ha hecho más bien lo segundo. No se muestra ni mucho menos desolado en la derrota, pero lo que es peor, cuando las cosas no le funcionan al servicio, no encuentra otros argumentos. Este martes ante Rafa no ha tenido ninguna sola opción de quiebre en todo el partido, algo que hace muy imposible ganar un partido.

Nadal consiguió el 70% de primeros saques y seis aces

Nadal salió a pista muy fuerte, y rompió el servicio del alemán en el segundo juego. Aprovechando la ausencia de primeros servicios de Mayer, el español puso tierra de por medio. Se mostró inconmensurable al saque, con alto porcentajes de primeros (70%) y no dejó escapar la ventaja. 6-3 en un set mucho más plácido de lo esperado, para un Rafa rebosante de electricidad y confianza en un torneo que no se le da del todo mal.

Florian Mayer ajustó su punto de mira al servicio en el segundo parcial, y eso le permitió mantener la igualdad. Nadal apretaba al resto y llevó en varias ocasiones el marcador a prometedores 15-30, pero no pudo aprovechar ninguna de las bolas de rotura de las que dispuso, hasta que llegó al noveno juego. Allí el español jugó agresivo, funcionándole muy bien el drive, lo que provocó el quiebre y cerrar el segundo parcial con su saque (6-4).

El tercer set arrancó con un Mayer que, si bien no se entregó completamente, tampoco creía demasiado en su victoria y en remontarle dos sets a cero a Nadal. En el tercer juego el español ya consiguió la rotura, pero lejos de conformarse con eso siguió jugando muy sólido con su saque y dando una auténtica lección de buen tenis para cerrar el partido con un parcial idéntico al segundo (6-4).

Su rival en segunda ronda será el chipriota Marcos Baghdatis, que en el día de hoy se aprovechó de la retirada del ruso Mikhail Youzhny en el segundo set.

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