Ser tenista tiene el hándicap de poder verte por ejemplo en Australia, celebrando tu cumpleaños, como bien le ha pasado a la número uno del tenis femenino. No sentaría bien perder un partido en el día en el que cumples años, y Kerber hoy sufrió un susto, pero aún así logró sobreponerse a ese hecho para celebrar con una victoria un día tan especial para ella.
Y no fue tarea fácil, pues su rival iba a ser su joven compatriota Carina Witthoeft, una tenista de grandes y potentes golpes, guerrera, y que da batalla. Se habían enfrentado previamente en dos ocasiones, ambas en Grand Slam y sobre el precioso pasto de Wimbledon. En el primer choque, en el 2015, entre Kerber endosó dos roscos. El año siguiente, la de Bremen venció en dos sets.
Kerber se sobrepone al susto
Inicio un tanto dubitativo por parte de ambas jugadoras al principio del partido, pues se sucedieron tres breaks consecutivos. Kerber logró dos de ellos, y tras lograr el último, encontró la estabilidad y regularidad necesaria como para mostrarse superior a su rival haciendo valer su etiqueta de número uno mundial. La líder del ránking femenino consiguió otro break para, a la postre, adjudicarse el primer parcial.
La historia fue otra en la segunda manga. Witthoeft se mostró más segura y más peligrosa con sus golpes haciendo daño a una Kerber que comenzó a entrar en una fase de altibajos. Comenzó de mejor manera la de Bremen con una rotura, pero la joven germana reaccionó para recuperar la desventaja e igualar el marcador.
Después, se sucedieron oportunidades para ambas jugadoras, pero las dos lograron sacar adelante sus servicios para llevar el segundo set al desempate. Pese a que Kerber puso tierra de por medio, Witthoeft no decayó y remontó un marcador adverso de 1-3 para encadenar seis puntos consecutivos y llevarse el tie break e igualar el encuentro y forzar el tercer y definitivo set.
Las alarmas se dispararon en el inicio del tercer parcial cuando Witthoeft lograba una rotura de entrada. Las sensaciones por parte de Kerber no estaban siendo las mejores y se podía dar el hecho de producirse uno de los campanazos del torneo. Sin embargo, Kerber se rehizo ante ese pequeño lapsus inicial y volvió a la tónica del primer set: solidez, contundencia y seguridad.
Y como también sucediese en la manga inicial, un segundo break otorgó a Angelique Kerber el triunfo por 6-2 6-7(3) 6-2 ante su compatriota Carina Witthoeft para alcanzar la tercera ronda del Open de Australia donde se enfrentará una de las hermanas Pliskova, pero no será Karolina, sino que será Krystina, la zurda.