Después de caer en la segunda ronda del Brisbane International y del ASB Classic de Auckland, David Ferrer llegaba al Open de Australia partiendo como el vigésimo tercero cabeza de serie del torneo australiano, teniendo como imperiosa necesidad obtener un buen resultado que le catapultara a los puestos altos del ránking ATP. El tenista de Jávea empezaba su andadura en Melbourne siendo capaz de derrotar a Omar Jasika por 6-3, 6-0 y 6-2, encontrándose en la segunda ronda con el estadounidense Ernesto Escobedo, número 131 del ránking ATP que se presentaba en el torneo australiano después de caer en primera ronda del Brisbane International, lo cual le permitía llegar con ganas al Melbourne Park, cita en la que era capaz de doblegar en su primer compromiso al ruso Daniil Medvedev por 5-7, 6-4, 6-7 (5) y 1-6. Por delante un importante partido en la pista número siete del completo deportivo.

Escobedo da la campanada

Nunca antes se habían enfrentado entre sí Escobedo y Ferrer, lo cual dejaba el choque en la pista número siete como una prueba de fuego para ambos contendientes al triunfo, habiendo más de cien puestos de diferencia entre ambos en el ránking ATP. El hecho de estar lejos en la clasificación ni mucho menos impedía que Ernesto fuera a ser un mero títere en manos de su contrincante, logrando el tenista estadounidense quebrar el servicio del español a las primeras de cambio para ir raudo y veloz hacia el 3-0. Ferrer no conseguiría entrar en ritmo de competición, pasando tres juegos con más pena que gloria para que Escobedo fuera capaz de llegar hasta el 5-2, lugar en el que el americano tenía su primera oportunidad de cerrar la primera manga al resto, logrando Ernesto una bola de set que llevaba el 6-2 al casillero del americano.

La sorpresa saltaba sobre la pista, pero David no se dejaría ir en ningún momento, y tras un pequeño descanso ambos tenistas regresaban a la pista para disputar la segunda manga del encuentro. Todo cambiaría en la reanudación, y es que de pasar de no crear apenas peligro al resto, Ferrer transformaba sus golpes erróneos en puntos que dejaban fuera de juego a Escobedo, teniendo que sucumbir el americano con su servicio a las primeras de cambio, yendo el español hasta el 1-3. Haciendo gala de la experiencia que ha conseguido con el paso de los años, David dominó todos los intercambios de ahí en adelante con su servicio, manteniendo a ralla a Ernesto, quien no era capaz de recuperar el terreno cedido anteriormente. Sin problema alguno el tenista de Jávea llegaba hasta el 4-5, disponiendo de su servicio para cerrar el segundo parcial e igualar la contienda, algo que conseguía sin mayores problemas para llevarse la manga por 4-6.

Ferrer se viene arriba haciendo sucumbir a Escobedo como era de prever antes del partido

Tal y como ya ocurriera durante la segunda manga, el hecho de cambiar de tercio y entrar en el tercer set no implicaría que la tónica vista sobre el terreno de juego en el parcial anterior cambiara en absoluto, puesto que después de ganar su primer juego al saque con su servicio Escobedo, el americano se veía obligado a entregar a su contrincante una nueva rotura a las primeras de cambio que llevaba a Ferrer hasta el 1-3. Ernesto iba a remolque en todo momento, sin permitir en ningún momento David que el americano le pudiera recuperar el terreno perdido anteriormente. Por segunda ocasión en el choque el tenista de Jávea llegaba hasta el 4-5, donde la presión pasaba a su raqueta para ser capaz de cerrar el set con su servicio, algo que lograba sin problema alguno, cerrando el parcial por 4-6, dando por tanto la vuelta al partido.

Con Escobedo a los mandos sirviendo en el primer juego del cuarto parcial, el americano entregaba su saque a Ferrer a las primeras de cambio, consolidando el break obtenido el español para poner rumbo hacia el 0-2. Tres juegos de calma tensa darían paso a un final vibrante que daría el paso a David hacia la tercera ronda del torneo australiano. El español mantenía su ventaja al llegar al 2-4, quebrando a continuación el servicio de su contrincante para llegar hasta el 2-5, donde la responsabilidad la tenía el de Jávea con su saque para cerrar el choque. David Ferrer se llevaba la cuarta manga por 2-6, y por ende lograba el paso a la siguiente ronda del torneo australiano venciendo por 6-2, 4-6, 4-6 y 2-6 después de dos horas y cuarenta y seis minutos de partido. El siguiente envite que tendrá Ferrer será contra su compatriota y amigo, Roberto Bautista, quien ha derrotado con suma facilidad al argentino Guido Pella y al japonés Yoshihito Nishioka.