Sam Querrey es uno de los jugadores más imprevisibles del circuito en este momento, puede perder ante un rival inferior o puede poner en complicaciones a cualquiera que se le ponga por delante, sólo hay que recordar su victoria ante el intratable Djokovic en cuatro sets en todo un torneo como Wimbledon.

Saques intratables

Ambos tenistas comenzaban el partido con las cosas muy claras, ganar el juego con su saque de una manera fácil y después centrarse en el resto. El número de saques directos estaba siendo muy discreto pero ambos tenistas solventaban sus saques sin ningún tipo de adversidad.

Llegado el octavo juego, el partido empezaba a abrirse ya que Querrey iba a tener la primera oportunidad de break del partido aunque no lo consiguió ya que Murray se mostró muy seguro. Los grandes jugadores saben cuando y en que momento dar el 100% y ese es el caso de Murray, apretó y encadenó varios puntos consiguiendo así el break que le permitía servir para llevarse la primera manga. Mantuvo el nivel al saque y ganó el primer set 6-4.

Motivación máxima

El nacido en Glasgow saltaba a la pista con ganas de terminar rápido y no desgastarse mucho para rondas posteriores ya que el partido no peligraba en ningún momento. Querrey empezaba a mostrarse mucho más débil al saque ya que Murray consiguió hacerle un break en blanco, algo inconcebible en pistas tan rápidas como éstas.

Querrey comenzaba a dudar y si dudas, Murray te lo hace pagar. Con marcador de 4-2, Murray seguía apretando el resto y conseguiría otro break ya que Querrey encadenaba varios errores no forzados y eso ante el número uno no te lo puedes permitir. El segundo set iba a ser todo un paseo para Murray que acabaría con un cómodo 6-2. Esta segunda manga no había llegado ni a la media hora de juego, claro indicio de la superioridad del número uno.

Sin peligro

Todo parecía indicar que el tercer set iba a ser otro abultado resultado para Murray, no había mejor manera para él que empezar rompiendo una vez más el saque de su rival aunque pasaría algo inédito hasta el momento. Querrey iba a conseguir, por primera vez en el partido, romperle el saque a Murray e igualar el tercer set. Todo iba a ser un espejismo ya que Murray cogió aire en los siguientes juegos para apretar en el más importante como ya hizo en el primer set.

Con el 4-4 en el marcador, Murray pondría otra marcha y aprovecharía la única bola de break del juego para sacar para lograr la victoria. Intratable al saque como en todo el partido, Murray vencería en tres cómodos sets al treinta y dos del mundo para hacerse un hueco en octavos de final.

Su rival en la próxima ronda será el mayor de los hermanos Zverev, Mischa, que venció a Jaziri en un duro partido a cuatro sets y a John Isner en más de cuatro horas.