Partiendo como la sexta cabeza de serie del Open de Australia, Dominika Cibulkova comparecía en el torneo australiano, primer Grand Slam del curso, con las ganas e ilusión propias de la veteranía que atesora en su raqueta, comenzando su andadura en Melbourne derrotando con comodidad en primera ronda a la checa Denisa Allertova por 6-2 y 6-0, accediendo por ende a la segunda ronda del torneo australiano, donde lograba vencer a la tenista de Taipéi, Su-Wei Hsieh por 6-4 y 7-6 (8), consiguiendo por tanto llegar hasta la tercera ronda donde en su camino se cruzaba la rusa Ekaterina Makarova, quien previamente se había deshecho en el Open de Australia de su compañera Ekaterina Alexandrova y de la italiana Sara Errani. En la madrugada española del viernes al sábado, tanto la eslovaca como la rusa abrían el fuego en la pista Road Laver Arena, estando las espadas en todo lo alto en busca del triunfo.

Makarova comienza mandando

Importante jornada la que tenía por delante el Open de Australia en la madrugada del viernes al sábado en España, y es que con el pase a la segunda semana del torneo en juego, el fuego en la Road Laver Arena lo abrían Ekaterina Makarova y Dominika Cibulkova, saliendo ambas con convicción a la pista, para que después de solventar su primer servicio del encuentro sin mayores problemas, se desataran las hostilidades. La encargada de empezar a crear peligro al resto sería Makarova, que con empate a uno en el electrónico obtenía sus dos primeras bolas de rotura, aprovechando la segunda para quebrar el servicio de su contrincante e ir rauda y veloz hasta el 1-2, donde certificaba su break yéndose hacia el 1-3.

No había hecho más que comenzar el vendaval de juego impuesto por la tenista rusa, que un juego más tarde lograba que Dominika le concediera una bola de rotura, la cual aprovechaba para romper su servicio y ponerse con 1-4 arriba, una cómoda ventaja que administrar. Cibulkova ni mucho menos se iba a rendir, y es que la tenista eslovaca obtenía el contrabreak que le permitía recortar distancias, pero a la hora de consolidar la rotura hacía aguas permitiendo que Ekaterina volviera a romperle el servicio yendo hasta el 2-5, donde serviría para llevarse el primer parcial. Con tres bolas de set a su favor, el pulso no le tembló en ningún momento a Makarova para conseguir cerrar la primera manga por un cómodo 2-6 que mostraba sus intenciones de poner contra las cuerdas en todo momento a la sexta cabeza de serie del torneo australiano.

Makarova desaprovecha dos bolas de rotura cuando tenía el partido en su mano

Tras un pequeño descanso en el que aclarar ideas sería una labor más que necesaria para Cibulkova, la tenista eslovaca volvería a pista sumida en el ostracismo de sus golpes, siendo incapaz de evitar que en el primer juego del segundo acto Makarova consiguiera romperle el servicio para irse hasta el 0-2, con la consolidación del quiebre. Pero sin duda alguna el partido se le pondría muy de cara a Ekaterina cuando a continuación la rusa sumaba una nueva rotura que le dejaba un 0-4 a favor muy cómodo, teniendo poco que ganar y mucho que perder en caso de relajarse.

Estando con el agua al cuello, sin poder cometer ni un error si quería continuar luchando en el Open de Australia, Cibulkova sacaría contra todo pronóstico su mejor juego, sometiendo a su contrincante a un aplastante dominio que le otorgaba ni más ni menos que la friolera de cinco juegos de forma consecutiva, poniéndose por tanto con 5-4 en electrónico, comenzando por tanto una nueva manga por delante. Ambas tenistas serían capaz de solventar sus tres juegos siguientes para llegar hasta el 6-6, donde el tie break sería un importante punto de inflexión en el encuentro. La muerte súbita conllevaría una importante inyección de moral para Cibulkova al conseguir la tenista eslovaca imponerse por 7-3, y por tanto hacerse con el desempate por 7-6 (3).

Makarova reacciona a tiempo

Tal y como ya ocurriera durante el segundo parcial, Makarova era la encargada de tomar la delantera en el tercer acto al quebrar el servicio de su contrincante e irse hasta el 0-2, una renta que no permitiría Cibulkova que fuera a más al quebrar la eslovaca el servicio de Ekaterina para igualar la contienda a dos juegos. Después de que ambas contendientes al triunfo conseguirían solventar su siguiente servicio, sería de nuevo Ekaterina Makarova la encargada de subir el nivel al resto, dando la estocada final a las opciones de triunfo de Dominika Cibulkova, y es que la tenista rusa conseguía romper el servicio de la sexta cabeza de serie del torneo australiano para tener un 3-5 a favor que le permitía sacar para cerrar tanto el parcial como el partido.

Aprovechando un error de Cibulkova la tenista rusa conseguía llevarse el tercer parcial por 3-6, y por tanto se clasificaba para la segunda semana del Open de Australia al vencer por 2-6, 7-6 (3) y 3-6 después de dos horas y cincuenta y tres minutos de partido. En la siguiente ronda Makarova se verás las caras con la novena favorita del torneo, la británica Johanna Konta.