Cada día que pasa, Garbiñe Muguruza se siente más cómoda en Melbourne. La séptima cabeza de serie selló su billete para los cuartos de final del primer Grand Slam de la temporada, tras una sólida victoria ante la rumana Sorana Cirstea, a la que venció por la vía rápida y que sólo pudo hacerle cinco juegos a la tenista de nacida en Caracas, dominadora del encuentro de principio a fin y que al igual que en su encuentro anterior ante la letona Sevastova, no notó ninguna molestia en el abductor de su pierna derecha. 

Buenos números de Garbiñe: 18 golpes ganadores por sólo 9 errores no forzados. Cirstea se quedó en diez winners pero cometió 26 errores. ​Pronto comenzó a marcar distancias la española en el marcador. Tras un primer turno de servicio que Cirstea se llevó en blanco, Muguruza puso la directa y se llevó los siguientes cinco juegos de forma consecutiva, los tres primeros en blanco, para ponerse con un contundente 5-1 a su favor en menos de 20 minutos. La seguridad que imprimía la caraqueña en cada uno de sus golpes era precisamente la que le faltaba a una Cirstea que no paraba de cometer un error no forzado tras otro. Muguruza sólo sufrió en el momento de cerrar el primer set. Con 5-2 y servicio, la séptima favorita tuvo que hacer frente a un 15-40, las únicas dos bolas de rotura que la española concedió en la primera manga. Ayudada por su servicio y por los errores de su rival, Muguruza levantó la situación para terminar apuntándose el set por 6-2

Muguruza mantiene el control y cierra por la vía rápida

Tras el descanso entre set y set, la superioridad de la española se mantuvo. El servicio fluía a las mil maravillas y Muguruza se sentía cada vez mejor sobre la pista. Antes del primer asueto del segundo set, ya mandaba por 2-1 tras romper el servicio de Cirstea, levantando un 40-0 en contra, lo que era un indicativo de la seguridad y la confianza que la campeona de Roland Garros estaba transmitiendo. 

Muguruza estuvo muy sólida con el servicio: 86% de puntos ganados con primero y un 77% con el segundo​Al igual que en su partido de tercera ronda ante Sevastova, la hispano-venezolana no ofreció ningún resquicio a su rival para meterse en el encuentro. Incluso la ventaja pudo ser mayor, ya que Muguruza dispuso de un 15-40 para colocarse con 5-2 y doble break. Cirstea logró salvar ese juego, pero incluso eso no descentró a Muguruza, impecable en el aspecto mental. Tras firmar un nuevo juego en blanco con su servicio, la pupila de Sam Sumyk no quiso esperar a cerrar el partido con su servicio y lo hizo al resto donde, tras un nuevo error con la derecha de Cirstea, liquidó el segundo set por 6-3 y con ello el partido en poco más de una hora. 

De esta manera, la séptima cabeza de serie se planta por primera vez en los cuartos de final del Open de Australia y con la sensación de ir cada vez a más en su juego.  Por un puesto en semifinales, la española podría verse las caras con la actual número uno del mundo, la alemana Angelique Kerber, que cerrará la jornada de este domingo en la Rod Laver Arena ante la estadounidense Coco Vandeweghe.