La madrugada del sábado ha traído otra gran sorpresa en el Rod Laver Arena. Después de la derrota de Djokovic ante el uzbeko Istomin, ahora ha caído de forma sorprendente el británico Murray, ante el alemán Mischa Zverev que ha jugado uno de mejores partidos de su vida, mostrando como virtud la regularidad durante todo el encuentro. 

Murray no ha encontrado su mejor juego en el torneo, pero le era suficiente para derrotar a sus rivales e ir cogiendo ritmo a medida que pasaban las rondas. Se esperaba un partido cómodo ante el alemán, que tiene un juego poco convencional en el circuito con muchas subidas a la red, donde hoy se ha mostrado muy inspirado. 

La clave del partido ha sido la efectividad de Zverev en la red y la irregularidad y errores no forzados de Murray desde el fondo de la pista a los que no estamos acostumbrados. El alemán jugará de esta forma sus primeros cuartos de final de un Grand Slam, un gran premio al esfuerzo y constancia de toda una carrera. 

El partido ha comenzado con un break para el británico que le ponía 3-1 arriba en el primer set. A partir de ese momento, se han sucedido numerosas roturas, que pusieron a Murray con 5-3 y servicio para ganar el primer set, pero cuatro juegos consecutivos del bávaro voltearon el marcador. Zverev estaba cada vez más cómodo del fondo de la pista, aguantando los peloteos lentos del número uno, que no mostraba agresividad y se dedicaba a dejar llevar la iniciativa a su rival. Tras más de una hora de juego, saltaba la sorpresa en la pista principal y el alemán ganaba el primer parcial.

Murray no quería sustos y saltó a la pista con otra imagen a la que dio en el primer parcial. Consiguió un break tempranero, que de nada serviría porque de nuevo volvió a ceder por dos veces consecutivas su servicio. La balanza en una manga similar a la primera caía esta vez del lado del británico que igualaba el partido.

Zverev no mostraba síntomas de cansancio ni de problemas físicos como había tenido en rondas anteriores. Estaba dispuesto a poner las cosas muy difíciles al británico para pasar a los cuartos de final. El tercer set comenzaba con los dos jugadores sólidos con su servicio. Hasta que el teutón consiguió la rotura y vimos a un Andy que sabía que estaba al borde del abismo. Su lenguaje y gestos mostraban la decepción con su juego. Murray se hundió. Cedió el tercer parcial por un 6-2, donde volvió a perder dos veces su saque.

A un set estaba Zverev de hacer historia y colocarse por primera vez en unos cuartos de final de un Grand Slam. Andy estaba contra las cuerdas, con más presión que nunca, después de llegar como número y con la tempranera eliminación de Djokovic. Al comienzo de la cuarta manga, el número uno volvía a ceder su servicio a las primeras de cambio. Podría ocurrir la segunda gran sorpresa del torneo en la primera semana. Zverev mostró su gran arma, el saque, que anulaba a uno de los mejores restadores del circuito. Como si de un top 10 se tratara el alemán  no tuvo ninguna bola de rotura en contra y parecía no tener encima ninguna presión por cerrar el partido ante el número uno del ránking mundial. Llegó la primera bola de partido y Zverev no falló, consumando otra gran sorpresa en Australia, con la eliminación del primer favorito que no podrá defender final. 

En los cuartos de final Zverev se enfrentará al suizo Roger Federer, que ha demostrado su mejor versión derrotando al japonés Kei Nishikori en cinco mangas (6-7, 6-4, 6-1, 4-6, 6-3).