Aunque ya está lejos en el tiempo, todo seguidor de este maravilloso deporte ha recibido su particular regalo de los Reyes Magos de Oriente. Y es que hoy, 29 de enero de 2017, iba a tener lugar uno de los mejores y apasionantes clásicos del tenis de la Era Open. Se ha hecho esperar el regalo, ya que, como se sabe, los regalos se reciben el día 6 de enero, pero todo presente así de especial, puede hacerse de rogar, y así ha pasado.

Roger Federer ante Rafael Nadal nuevamente en una final de Grand Slam. Algo que se antojaba más que impensable hace unos cuántos meses. Demasiados "listillos", enterraron a estas dos leyendas vivas del tenis antes de tiempo. Continuos comentarios del tipo: "Ya están acabados, que se retiren". Sin embargo, Nadal y Federer se han propuesto callar las bocas de aquellos que pensaban semejante barbaridad y buena prueba de ello es esto: disputar la final del Open de Australia.

Nadal domina en el Head To Head

Si bien se le considera uno de los mayores clásicos de este deporte es por que se han visto las caras en 35 ocasiones. El último precedente se encuentra en el año 2015, en la final del ATP 500 de Basilea, donde el suizo volvió a triunfar en su país venciendo al español en tres sets. La última victoria de Nadal se produjo en este mismo escenario, en cuatro sets en la pista central del Open de Australia, en las semifinales.

La última final en Grand Slam tuvo lugar sobre la superficie favorita del tenista Balear. En Roland Garros 2011, se impuso Nadal a Federer en cuatro mangas para levantar una nueva Copa de los Mosqueteros. En Australia se han enfrentado tres veces, los tres enfrentamientos para el español, incluyendo esa final del 2009 en la que venció Nadal. En finales en total, domina el tenista balear con catorce triunfos por los siete de Federer.

Inmaculado FedererEsta magnífica representación entre dos de los mejores actores de este mundo, comenzó con Nadal y Federer marcando como guión del partido la solvencia en el servicio. Sin embargo, fue el español el primero en ser víctima de los problemas al saque, pero aún así solventó el primer aviso del suizo con 15-30 para mantenerse por delante.

La preciosa imagen de Federer levitando sobre la Rod Laver Arena | Foto: Australian Open

Sin embargo, Federer estuvo inconmensurable en el servicio, sin dar concesiones al español y al resto, en un alarde de majestuosidad, el helvético quebró el servicio de Nadal. El balear salvó su momento y obligó a Federer a sacar para ganar el primer set, que asumió perfectamente el rol que le tocaba en este momento para, en otro turno de saque inmaculado, quedarse con el primer set por 6-4.

Federer perdió el rumbo. Nadal incrementó su nivel

No todo iba a ser de color de rosas para el tenista helvético y es que tarde o temprano, podrían llegar los primeros momentos complicados al servicio, y así fue. Federer se mostró más irregular y Nadal incrementó su nivel logrando como producto el break. Lo pasó mal el español a la hora de confirmar el break, pero tras un largo e intenso juego, logró confirmar la ventaja.

Nadal se estira para pegar su drive | Foto: Australian Open

Federer perdió un poco el norte del partido. La oportunidad del contrabreak del juego anterior le pasó factura. Nadal, con más confianza tras salvar ese momento, no dudó en hacer más daño al helvético. Tras verse con dos breaks en contra, el suizo se soltó logrando así recuperar uno de los breaks. Federer obligó a Nadal a sacar para el set, y como sucediera en la primera manga, el español asumió el momento y se llevó el segundo parcial por 6-3.

3 'aces' decantan el tercer set para FedererPuede sonar extraño, pero cierto es que tres 'aces' fueron la clave en un tercer set muy dominado por el helvético. Sacó Federer para empezar el tercer set y se puso con 40-0 a su favor. Sin embargo, el propio suizo se enredó fallando dos derechas y dos voleas fáciles otorgando a Nadal tres pelotas de break.

Federer era consciente de que él sólo debia salir de ese problema en el que él sólo se metió y así lo hizo. Tiró de una de sus mejores armas, el servicio, para salir de ese apuro inncesario y sacar su servicio adelante. Desde ese momento, Federer fue inabordable. Realizó un tenis perfecto, siendo agresivo, sintiendo la bola y desbordando a Nadal.

El revés de Federer en la final | Foto: Australian Open

Rompió el servicio de Nadal inmediatamente después e incluso llegó a disfrutar de pelotas para el doble break, pero el español lo solventó. No obstante, Federer no cedió en su empeño. Se notaba capaz de hacer daño y quiso hacer más sangre a un Nadal herido por la oportunidad perdida de inicios del set. El suizo quebró una vez más el saque de Nadal y después al saque, salvando dos bolas de contrabreak, se quedó con la tercera manga por 6-1.

Mismo guión que en el segundo set

Como bien sucediera en el segundo parcial, Federer sufrió un momento de desconexión en la cuarta manga. Y es que los errores y la irregularidad, además de la precipitación, volvieron a la raqueta Wilson empuñada por el campeón de 17 grandes. Nadal se percató de este momento del de Basilea y no dudó en beneficiarse de su situación para quebrar su servicio.

La derecha de Rafa Nadal en acción durante la final | Foto: Australian Open

El español asumió el momento que le tocaba, que era mantener la calma en cada turno de saque y aguantar las envestidas de Federer. Pues dicho y hecho. Nadal mantuvo un nivel muy alto en el servicio para apenas dar opciones a Federer, que lo intentó hasta el final. Sin embargo, Nadal no concedió opciones al suizo y se llevó el cuarto set forzando así la manga decisiva.

No hay imposibles para Federer

Tras el final de la cuarta manga, Federer se marchó al vestuario a ser atentido por problemas en su pierna derecha. Como ya comentó el suizo tras su semifinal ante Wawrinka, llevaba toda la semana con problemas en el cuadriceps. Nadal aprovechó la salida del helvético para romper su servicio de entrada y dar el primer golpe en la mesa en una manga final que se presentaba vibrante.

Como también pasase en el cuarto set, Federer disfrutó de tres pelotas de break para conseguir el contrabreak. Sin embargo, Nadal los salvó. Misma situación se produjo dos juegos después. Federer apretó y obtuvo una opción más de rotura, pero un gran revés cruzado de Nadal salvó esa situación tan complicada. Pese a ser con sufrimiento, el español sacaba sus saques adelante, mientras que Federer, tras el del inicio, los hacía sin desgaste buscando al resto el ansiado break.

Rafa Nadal estuvo cerca, lo tuvo en su mano | Foto: Australian Open

Como diría el refrán, tanto va el cántaro a la fuente... Que al final, par alegría y alivio de Federer, se rompió en el servicio de Nadal. El suizo avisaba constantemente, pero Nadal siempre sacaba espíritu ganador para salvar todas esas bolas de break. Al final, una derecha mal conectada por el balear, se fue al pasillo de dobles otorgando así el break a Federer.

El éxtasis se apoderó de toda la pista Rod Laver cuando Federer le dio la vuelta al partido. Los roles cambiaron tras esa derecha que se marchó del español. Federer se creció y demostró un tenis fabuloso desde entonces a base de reveses y de sacar a su rival de la pista. El suizo se puso la toga y el gorro de mago para maravillar nuevamente al mundo con otra muestra de genialidad sólo posible al alcance de muy pocas leyendas.

Un nuevo break dejó en bandeja a Federer el ansiado 18 que llevaba buscando desde hace muchos años. Si de por sí la tensión se cortaba con solo soplar, no pudo haber mejor final. El ojo de halcón decantó esta épica final Una última derecha de Federer que no fue cantada por el juez de línea, Nadal pidió la revisión. La bola tocó la línea y el delirio se hizo cargo de toda la pista central de Melbourne Park.

Roger Federer, campeón del Open de Australia. 18 Grand Slams | Foto: Australian Open

Roger Federer vencía a Rafael Nadal por 6-4 3-6 6-1 4-6 y 6-3 para ser campeón de Grand Slam por décimo octava vez en su carrera. Lágrimas en Federer y júbilo en todo su banquillo tras tal proeza conseguida, y es que siendo el favorito Nº17, ha ganado a cuatro Top 10 para hacerse con el Open de Australia 2017. Federer tiene su ansiado 18. ¡Enhorabuena Maestro!