Después de que el Open de Australia llegara a su conclusión con el triunfo de Serena Williams, el mundo del tenis femenino no se detenía, y en una semana donde las grandes tenistas descansaban, los WTA de Taipéi y de San Petersburgo copaban la actualidad para otras tantas. En este caso, el frío ruso recibía a jugadoras del nivel de Simona Halep, Dominika Cibulkova, Venus Williams o Svetlana Kuznetsova. Tras conseguir la francesa Kristina Mladenovic dejar fuera de combate a la rusa Natalia Vikhlyantseva por 6-4, 2-6 y 2-6 y obtener el primer billete a la final del WTA de San Petersburgo, en el segundo duelo de la jornada saltaban a la pista Sibur Arena la kazaja Yulia Putintseva y la eslovaca Dominika Cibulkova. La primera conseguía llegar hasta la penúltima ronda después de dejar en el camino a la sueca Johanna Larsson, la alemana Annika Beck y la rusa Svetlana Kuznetsova, mientras que la segunda cabeza de serie, Cibulkova, se plantaba ante su penúltimo escollo tras imponerse previamente a la croata Donna Vekic y la rusa Elena Vesnina. El duelo estaba servido en el último partido de la jornada de individuales.

Cibulkova comienza mandando

Contra todo pronóstico, y aprovechando los errores de su contrincante, Putintseva conseguía quebrar el servicio de su rival a las primeras de cambio para irse hasta el 1-0, sin ser capaz de rubricar su dominio inicial al ver como Cibulkova se reponía logrando el contrabreak que le hacía poner el 1-1 en el electrónico. Tras un juego de calma tensa por parte de ambas contendientes al triunfo, Dominika daba un paso hacia delante, quebrando el servicio de su contrincante para ir rauda y veloz hacia el 2-5, lo cual le dejaba a tan solo un juego de cerrar la primera manga. Putintseva alargaba el parcial al sacar hacia delante su servicio y, un juego después, la presión no le podía a Cibulkova, que era capaz de llevarse el primer set por 3-6, cobrando una importante ventaja en busca de llegar a la gran final del torneo ruso.

Sabiendo que estaba contra las cuerdas, Putintseva necesitaba un cambio de mentalidad urgente, el cual le debía permitir crear peligro al resto a Cibulkova. La kazaja transformó los pensamientos que tuvo durante el descanso con un rápido quiebre de inicio que le permitía quebrar el servicio de su contrincante para llegar hasta el 3-0, una importante renta que administrar el resto del parcial. Tras un par de juegos de calma tensa, Dominika recortaba distancias hasta el 4-2 y a continuación, presionaba el servicio de Yulia, quien no era capaz de sacar hacia delante su saque, entregando un quiebre a la tenista rusa, el cual le metía de nuevo en la lucha por el segundo parcial al igualar la contienda a cuatro juegos. Putintseva sacaba hacia delante su siguiente servicio para colocar el 5-4 en el marcador, disponiendo de su primera bola de set al resto, la cual transformaba la kazaja en una rotura que le permitía llevarse la segunda manga por 6-4, igualando el partido para que todo se tuviera que decidir en el tercer y último parcial.

El tercer parcial sonríe a Putintseva, que consigue dejar en el camino a la segunda favorita del torneo ruso

No quería sorpresas la segunda cabeza de serie del WTA de San Petersburgo, Cibulkova entraba con intensidad en el tercer parcial y lograba romper el servicio de su contrincante a las primeras de cambio para llegar hasta el 0-1. Pero los problemas aparecían en el camino de la tenista rusa a la hora de intentar consolidar la rotura, viendo como Putintseva recuperaba el break sufrido para poner el 1-1 en el marcador. Tardaría poco en volver a desnivelar la contienda Dominika, que lograba un quiebre que no dejaría que su contrincante le recuperara, consolidando la rotura para ir rauda y veloz hasta el 2-4.

Putintseva no había dicho ni mucho menos su última palabra, la kazaja se negaba a rendirse tan fácilmente y un nuevo break le permitía igualar el tercer parcial a cuatro juegos. La presión le podría a Cibulkova, la cabeza de serie número dos del torneo ruso tenía que solventar su servicio para mantenerse en el encuentro, pero los nervios aparecerían en el juego de Dominika, que entregaba un quiebre que le daba a Yulia Putintseva no solo el tercer parcial por 6-4, sino también el partido por 3-6, 6-4 y 6-4 después de dos horas y veinte minutos de partido para sellar su billete a la final del WTA de San Petersburgo.