Grigor Dimitrov sigue dando qué hablar en este comienzo de temporada. Luego de conseguir el título en Brisbane y cosechar una excelente actuación en el Abierto de Australia, el número 13 del mundo venció al verdugo de Dominic Thiem en segunda ronda, Nikoloz Basilashvili, por 6-1, y 6-4 y de esta manera accedió a la final del ATP 250 de Sofía.

En el primer enfrentamiento de sus carreras, el búlgaro dio cátedra ante la multitud que lo acompañó en el Arena Armeec Sofía y eliminó a su adversario sin grandes inconvenientes. Controlando el partido a su ritmo e imponiendo sus propias condiciones, el local se mostró sólido y logró redondear su mejor versión en lo que va del torneo.

El primer set fue un trámite sencillo para Dimitrov: sin encontrar oposición alguna por parte el georgiano, que solo se sostenía en pista y cometía infinidades de errores, el local consiguió un tempranero quiebre en el primer juego del partido que fue decisivo para el resto del set. Desde ese momento, todo se le hizo más fácil.

Con un 82% de primeros servicios y recurriendo en muchas oportunidades al slice, el local apabulló a su rival y, quebrándole el servicio en dos ocasiones se anotó a su favor la primera manga por 6-1 en tan solo 21 minutos de partido. El georgiano de 24 años no hizo daño con sus saques y no encontró en ningún momento la fórmula para contrarrestar el juego de un inspirado Dimitrov.

En el comienzo del segundo set, el Basilashvili fue más regular y con una mayor concentración pudo equilibrar el partido. Sin embargo, siempre fue el búlgaro el encargado de controlar y marcar el rumbo del mismo. Sin utilizar demasiado una de sus principales armas (su revés con top) y por el contrario, apoyándose en su slice en gran tramo del encuentro, Grigor desplegó un buen tenis que le permitió sacar adelante el partido sin muchas complicaciones.

Tras desperdiciar tres puntos de quiebre en el cuarto juego, el búlgaro siguió insistiendo y generando oportunidades para obtener una ventaja definitiva. La solución del partido la encontró en el siguiente turno de  saque de Basilashvili que no soportó la presión de un estadio lleno que se caía encima para animar al nacido en Haskovo y, tras cometer una doble falta, le permitió a Dimitrov quebrar por primera vez en el set para tomar una ventaja que no iba a tener vuelta atrás.

Si bien, el georgiano quiso reaccionar a tiempo y generó una chance para recuperar el quiebre, Dimitrov sacó a relucir su calidad y su categoría para salvarlo con un buen primer saque y quedarse con el partido por 6-3.

Con un correcto partido, el búlgaro accedió a una nueva final y disputará el trofeo con David Goffin que, en un partidazo, venció al español Bautista Agut. Dimitrov lidera la serie por dos a cero frente al belga: sin embargo no la tendrá fácil y deberá hacer bien las tareas para poder celebrar ante su gente.