Pablo Carreño ha dado un puñetazo encima de la mesa en 2016, sumando un fabuloso balance de 41 triunfos y 26 derrotas que dejaba al asturiano en el número treinta del ránking ATP. A sus veinticinco años el tenista gijonés tenía ante sí una temporada ilusionante, llena de torneos en los que demostrar su valía como una de las mejores promesas del tenis nacional, y habiendo cambiado de técnico durante la pasada temporada, Carreño obtuvo finalmente el paso hacia delante que le ha llevado a codearse con las mejores raquetas del mundo. Pero como no podía ser de otra manera, del pasado no se puede vivir, hay que pensar en el presente y es por ello que Pablo ha comenzado pisando fuerte este 2017.

El gijonés caía en los cuartos de final de Sidney, para a continuación llegar a la tercera ronda del Open de Australia, sumar un triunfo y una derrota en la eliminatoria de Copa Davis del Grupo Mundial frente a Croacia dando el tercer punto para sellar la victoria española, llegando así con ganas e ilusión al Argentina Open, torneo en Buenos Aires donde conseguía imponerse al qualy italiano Alessandro Giannessi y al también español Albert Ramos para acceder a las semifinales del torneo argentino donde se medirá con el ucraniano Alexandr Dolgopolov.

"Son unas semifinales merecidas porque ha sido un partido muy duro, con mucho calor, con humedad y sobre todo contra un jugador como Albert a quien le gustan los puntos largos y meter mucha intensidad

Ni más ni menos que dos horas y doce minutos fue el tiempo de partido que necesitó Carreño para doblegar al siempre combativo Albert Ramos para llegar hasta las primeras semifinales de la nueva campaña. "Ramos es un especialista en tierra, así que la victoria vale doble, nos conocemos mucho, hemos entrenado juntos mucho tiempo en Barcelona y el único partido que teníamos había sido muy duro, este también lo ha sido, hubo que estar todo el tiempo a tope, porque la humedad te mata. En el segundo set tuve muchas bolas de hacer break, incluso estaba siendo superior en esos momentos, pero no aproveché ninguna y él a la primera que tuvo me la hizo y me ganó el set con una oportunidad que tuvo al resto, en el tercer set me costó un poquito empezar, pero igual que el primer día conseguí rehacerme, entrar otra vez en el juego y volver a jugar bien. Estoy muy contento porque son mis primeras semifinales del año y creo que son merecidas porque ha sido un partido muy duro, con mucho calor, con humedad y sobre todo contra un jugador como Albert a quien le gustan los puntos largos y meter mucha intensidad", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, Pablo Carreño ya solo piensa en su penúltimo compromiso en el Argentina Open donde al otro lado de la red se batirá en duelo con el ucraniano Alexandr Dolgopolov. "Dolgopolov es un jugador que tiene un nivel muy alto y puede ser impredecible, hace cosas que para otro no tendría sentido pero si le sale bien el planteamiento, es un muy peligroso", concluyó.