Después de caer en semifinales del WTA de Brisbane contra la francesa Alize Cornet, sucumbir a continuación en los cuartos de final del Open de Australia, primer Grand Slam del curso, frente a la estadounidense CoCo Vandeweghe, y no ser capaz de llevar a España a la victoria en la Copa Federación contra la República Checa a domicilio a pesar de vencer a Barbora Strycova y perder contra Karolina Pliskova, Garbiñe Muguruza ponía punto y a parte para llegar a la gira por Oriente Medio con los torneos de Doha y Dubái por delante para mejorar las sensaciones vistas anteriormente.

En su primera parada tan solo conseguía llegar hasta la segunda ronda del torneo, cayendo ante la china Shuai Zheng antes de aterrizar con ganas e ilusión en Dubái, donde a las primeras de cambio tenía que debutar en segunda ronda al quedar exenta de la primera ronda como quinta cabeza de serie con la ucraniana Kateryna Bondarenko, número 79 del ránking WTA, acudiendo a la cita después de perder en la primera ronda de Brisbane, Sidney y el Open de Australia, además de sucumbir en la qualy de Doha antes de lograr vencer en la primera ronda de Dubái a la bielorrusa Aryna Sabalenka por 4-6, 6-4 y 6-3. El duelo estaba servido en la segunda ronda del torneo y a la Pista Central saltaban la hispano venezolana y la ucraniana en el tercer turno, después de que Makarova y Radwanska vencieran sus respectivos partidos.

Que Garbiñe Muguruza no estaba en sus mejores condiciones para disputar el encuentro quedaría mostrado rápidamente, y es que Bondarenko, después de solventar su primer servicio al saque conseguía quebrar el servicio de la hispano venezolana para irse hasta el 0-2, siendo capaz a continuación de consolidar la rotura obtenida anteriormente. Pero el festival de juego que mostraba Kateryna se sumaría a la llamada de Muguruza a la fisio del torneo, charlando cinco minutos para regresar a la pista y ver como la tenista ucraniana lograba sumar un nuevo break que le colocaba con 0-4 en el electrónico. Un atisbo de esperanza llegaría cuando Garbiñe lograba un contrabreak que le hacía recortar distancias hasta el 1-4, pero la hispano venezolana volvía a requerir la presencia de la fisio, y aquejada de dolores en el tendón de aquiles decidía tomar la siempre complicada decisión de abandonar el partido, entregando a Kateryna Bondarenko una cómoda victoria por 1-4 después de tan solo veinticinco minutos de partido, o lo que es lo mismo un entrenamiento de calidad para la ucraniana, que en la siguiente ronda se tendrá que ver las caras con la danesa Caroline Wozniacki.